Reflexiones

Cristianismo

Economia

Forex

Vencer al Azar

Juan Carela

¿Debemos fiarnos del precio objetivo?

 “precio objetivo”. En este artículo voy a hablar sobre que es el precio objetivo, y desde mi punto de vista particular si debemos tener en cuenta dichos precios y si podemos confiar en este tipo de estimaciones.
Seguramente en algunas ocasiones habréis oído hablar sobre el precio objetivo de tal o cual acción, y es posible que os hayáis hecho varias preguntas, del tipo: ¿Qué son?, ¿Quién los realiza?, ¿Podemos creer en dichos precios? Estas son solo algunas de las muchas preguntas que pueden surgir acerca del llamado
     Realmente la parte más importante de estos análisis, más que el precio objetivo es el análisis en sí. Ya que es un enfoque descriptivo de la situación que presenta una empresa desde el punto de vista de un observador externo en la cual se plantea según estos, las perspectivas de futuro de una empresa. No está de más leer estos análisis como información de conjunto para ayudar a formarse su propia perspectiva, pero en mi opinión no tengo en cuenta el precio objetivo. Los analistas realizan estimaciones, pero no pueden saber con certeza el futuro, así que no deja de ser una estimación subjetiva que a lo sumo puede ser orientativa.
     Los precios objetivo son precios que estiman algunos bancos, agencias y sociedades de valores. Una vez han realizado dicho análisis anuncia su precio objetivo sobre las acciones de las empresas cotizadas. Como imagino ya sabréis, los medios de comunicación dan mucha publicidad a estos precios objetivo, pero siempre hay que tener en cuenta que se trata de estimaciones en base a un estudio, que puede ser honesto o no, en función de varios factores y nunca algo fijo que se cumplirá sin más remedio, de hecho las mismas agencias y sociedades de valores se toman la libertad de cambiar dichos precios con bastante displicencia en cortos periodos de tiempo.
     Hay que decir que existen varias formas de calcular el precio objetivo, con lo cual de entrada ya empieza a ser algo relativo. Podemos encontrar dichos precios a partir de un análisis fundamental, técnico, o través de sus estimaciones futuras de rendimiento entre otras. Las variables de cálculo tienen valores diferentes según la fuente y el tipo de análisis. Esto supone dar mayor valor y estimación a unos aspectos en detrimento de otros, dependiendo de cuál sea la base para calcular el precio objetivo. Lo que está claro es que no existe una fórmula concreta que pueda determinar dicho precio y dependiendo de quién lo realice obtendrá un precio u otro. Todo esto sin entrar en factores de intereses propios de la mano de quien realiza dichos estudios. Como vemos es un mundo sobre el cual es mejor caminar de puntillas y ser crítico, incluso escéptico.
     Los bancos, sociedades de valores y agencias que realizan estos estudios para estimar un precio objetivo, publican de este modo si un valor está caro o sobrevalorado, si su precio objetivo está por debajo del precio de cotización o por el contrario dirán que está barato o infravalorado si piensan que el precio objetivo está por encima del valor de cotización. Se tiende a pensar que el precio objetivo es una especie de “precio justo” al que debería cotizar una acción. Es decir, si la empresa cotiza a 25 y el precio objetivo es 37, se interpreta que debería cotizar a 37 y todo lo que esté por debajo de este precio, se debe considerar barato. Si nos encontrásemos ante el caso opuesto, es decir que el precio de cotización fuese 37 y el precio objetivo 25, nos encontraríamos ante un precio caro siempre que el precio se encuentre por encima de 25.
     Pero en mi opinión no debería llamarse “precio objetivo”, ya que puede dar lugar a engaños, más bien en todo caso debería llamarse “precio orientativo”, ya que se trata de una estimación relativa y cambiante con múltiples variables, y ya sabemos que no se pueden incluir todos los factores que pueden condicionar el precio.
     Intentemos visualizar algunos factores que pueden suceder antes de realizar un precio objetivo:
     Para empezar, el precio de una acción depende en gran medida de la liquidez de la misma y los beneficios de la empresa. Por otro lado, si nos fijamos en lo que puede ocurrir al realizar un ejercicio contable, nos podemos hacer una idea más cercana de lo que puede ocurrir dentro de una empresa y compararlo en contraste con lo que haría una sociedad de valores o una agencia que emite un estudio con un precio objetivo para esa empresa.
     Por lo general, el contable de una empresa el día que cierra cuentas suele pensar en cómo va el año que viene. Por otro lado tenemos la estimación de ventas. Lo más normal es que la dirección ponga unos objetivos de venta y beneficio, pero a su vez estos lo hacen en base a datos de marketing y estudio de mercado, por su parte el estudio de mercado lo suelen realizar otras personas usando un plan de marketing que parte por lo general de una base que contiene aspectos tales como: La pirámide de población, análisis de expertos, estadísticas, análisis de tendencia y un largo etc de programas.
     Personalmente he trabajado en el mundo de las encuestas y comprobé de primera mano el alto índice de error que se introducen en las estadísticas a partir de las encuestas, estas suelen tener sesgos e intereses inducidos, por no hablar de la falta de veracidad en la respuesta de algunos encuestados y de los trucos que realizan los encuestadores. Lo que quiero decir es que estamos expuestos (no solo a nivel de empresas, sino en general) a la manipulación de datos tanto intencionadamente como de forma inconsciente.
     Por otro lado, los contextos de valor son cambiantes en función de si nos encontramos en una crisis o en una época de grandes resultados económicos. Como ya sabemos los costes de una empresa se pueden disparar por el aumento de los precios, por ejemplo de una materia prima determinada, puede darse el caso de que la red de ventas puede pasar por fases muy distintas, desde la mayor motivación, desmotivación o acomodamiento de la red de ventas, perdida de incentivos etc, que condicionaran los resultados futuros.
     Otras posibilidades pueden ser que dentro de la empresa puedan estar pensando en que les interese bajar el beneficio, subirse los sueldos o los incentivos entre otras, también hay que tener en cuenta las nuevas legislaciones que puedan aparecer, tanto si es en beneficio propio tras una desregularización, como si lo es en contra por una restricción, también puede ocurrir un aumento impositivo. Puede haber otras muchas circunstancias, como doble contabilidad, mala gestión, compras de activos imprevistas y un largo etc.
     Como vemos son muchos los aspectos a los que una empresa se enfrenta, y hay que tener en cuenta que los aquí expuestos son solo unos pocos. Sin embargo, las agencias, sociedades de valores y algunos bancos a través de analistas otorgan precios objetivos a partir de los datos entregados por la empresa y por lo general con poca información interna.
     Quiero resaltar que se trata de mi opinión personal respecto al precio objetivo, y que no tiene por qué coincidir con la de otras personas. Me queda añadir una vez más lo que en muchas ocasiones he dicho, haced vuestros propios estudios, vuestras propias estimaciones y no invirtáis en base a opiniones entusiastas, que pueden estar sesgadas o manipuladas y que no sabemos a qué intereses sirven. Revisad los fundamentos, valorad  las perspectivas y usad vuestro propio criterio para invertir.

Cristo Viene Ya

««Los pensamientos de una persona en los cielos, hablan más fuerte que sus obras en la tierra». Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. La persona que ora tiene que tener la absoluta convicción de que Dios escucha sus plegarias y de que el Eterno puede hacer todo lo que desee cada vez que lo desee. .

No hay comentarios:

Deja tu Respuesta y recuerda que cristo viene a buscar su Iglesia.

Traductor del Blogs

Anuncios

Dale Me Gusta

Total Visitas a la Pagina

Anuncios