Un joven y exitoso ejecutivo paseaba a toda velocidad en su auto
Jaguar 2012, sin ningún tipo de precaución. De repente, sintió un
estruendoso golpe en la puerta y se detuvo.
Al bajarse, vio que un ladrillo le había estropeado la pintura, y carrocería de la puerta de su lujoso auto.
Se subió nuevamente, pero esta vez lleno de enojo.
Dio un brusco giro de 180 grados, y regresó a toda velocidad al
lugar donde vio salir el ladrillo que acababa de arruinar lo hermoso que
lucía su exótico auto.
Salió del auto de un brinco, y agarró por los brazos a un chiquillo, y
empujándolo hacia el auto estacionado, le gritó a toda voz:
-” ¿Qué rayos fue eso? ¿Quién eres tú? ¿Qué crees que haces con mi auto?”
Y enfurecido, casi echando humo, continuó gritándole al chiquillo:
-” ¡Es un auto nuevo, y ese ladrillo que lanzaste va a costarte Muy caro!¡¿…Por qué hiciste eso?”
…-”Por favor, señor, por favor… ¡Lo siento mucho! No sé qué hacer”.
Suplicó el chiquillo. “Le lancé el ladrillo porque nadie se detenía…”
Las lágrimas bajaban por sus mejillas hasta el suelo mientras señalaba
hacia el otro lado del auto estacionado.
-¡”Es mi hermano”! Le dijo.
“Se descarriló su silla de ruedas, y se cayó al suelo… Y no Puedo levantarlo”.
Sollozando preguntó al ejecutivo:
“¿Puede usted, por favor, ayudarme a sentarlo en su silla?
Está golpeado, y pesa mucho para mí solito… Soy muy pequeño.”
Visiblemente impactado por las palabras del chiquillo, el ejecutivo tragó saliva, y un nudo se formó en su garganta.
Indescriptiblemente emocionado por lo que acababa de pasarle, levantó
al joven del suelo, lo sentó nuevamente en su silla, y sacó su pañuelo
de seda para limpiar un poco las cortaduras y el sucio de sobre las
heridas del hermano de aquel chiquillo tan especial.
Luego de verificar que se
encontraba bien, miró al chiquillo, y este le dio las gracias con una
sonrisa que no tiene posibilidad de describir nadie…
“DIOS lo bendiga, señor… y muchas gracias” le dijo.
El hombre vio cómo se alejaba el chiquillo empujando trabajosamente
la pesada silla de ruedas de su hermano hasta llegar a su humilde
casita…
Cuentan que el ejecutivo aún no ha reparado la puerta del auto
manteniendo la hendidura que le hizo el ladrillazo… para recordarle el
no ir por la vida tan distraído y tan de prisa que alguien tenga que
lanzarle un ladrillo para que preste atención.
Dios normalmente nos susurra en el alma y en el corazón, pero hay
veces que tiene que lanzarnos un ladrillo a ver si le prestamos
atención.
Gálatas 6:7-8 No os dejéis engañar, de Dios nadie se burla; pues todo
lo que el hombre siembre, eso también segará. Porque el que siembra
para su propia carne, de la carne segará corrupción, pero el que siembra
para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
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Vencer al Azar
Juan Carela
Un joven ejecutivo exitoso
- jueves, septiembre 29, 2016
- Juan Carela Cristo Viene Ya
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Cristo Viene Ya
««Los pensamientos de una persona en los cielos, hablan más fuerte que sus obras en la tierra». Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. La persona que ora tiene que tener la absoluta convicción de que Dios escucha sus plegarias y de que el Eterno puede hacer todo lo que desee cada vez que lo desee.
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