Un Bentley no sería una novedad en las calles de Dubai, donde Rolls
Royces, Ferraris y Bugattis se ven con más asiduidad de lo que se podría
hacer en otras ciudades del mundo. Pero... ¿quién tiene un Bentley
Continental GTC en edición limitada con diamantes en el capó y en la
rejilla? Con nada más y nada menos que
31 capas de diamantes naturales que alcanzan los 101 quilates.
Y elegante, hay que decirlo (pese a la ostentación). Esa es sólo una de
las piezas que se exhiben este fin de semana en la feria Auto Trader
Live Show en Dubai con 300 de los coches más lujosos del mundo.
El automóvil ha causado una gran sensación entre los clientes. Sin
embargo, no el más caro, ni exclusivo. En ello, siempre están al frente
las marcas más codiciadas y de 'sueño' como Ferrari o Bugatti. Había en
la feria un
Ferrari Enzo -una de las 400 únicas piezas en el mundo, construida en 2002 con las últimas tecnologías de Fórmula 1- y un
Bugatti Veyron que superaban los 1,2 millones
de euros cada uno. Con su fama y su poderío casi ensombrecían a los más
de 400.000 euros de ese coche 'joya'. "Por muchos diamantes que tenga,
no es un Ferrari. No es un coche que cumple aspiraciones, con ediciones
tan limitadas. Esas son
piezas únicas para coleccionistas", señala la jefa de la organización del evento a EL MUNDO, Carol Mhrous.
Sin embargo, tampoco se podrían hacer aspavientos al resto de coches
que se encontraba en la feria, "todos impresionantes, con una gran gama
de los modelos más caros del mundo", explica Mathew German, uno de los
dueños de la revista 'Auto Trader', al frente de este evento. Y lo
cierto, es que se podían encontrar Lamborghinis, Rolls Royces, Aston
Martin DB5, Mercedes-Benz SLR MCLaren y un Bernard, realizado por orden
en Sudáfrica con sus formas futuristas que, según el diario '7 days',
costaba unos 350.000 euros. Y más Ferrari Scuderia Spider 16M. Todo un
elenco para
un público ávido de nueva maquinaria para sus ya de por si nutridos garajes y sobre todo sin problemas de crisis.
Coches personalizados
Y sin esas restricciones económicas tan europeas estos días, lo que
realmente triunfa en el Oriente Próximo son los coches cuanto más
personalizados mejor, con características que los hacen únicos, como ese
Bentley salpicado de brillantes. Y es que según dice Mathew German "
Aquí hay ingresos muy altos, la gente quiere ser diferente, única. Tener algo de lo que se hable"
Lo corrobora la jefa de relaciones publicas de Ferrari en Oriente Próximo y Norte de África, Ghita Mejdi. "En Oriente Próximo
tenemos el más alto nivel de personalización de los Ferrari
desde el punto de vista de la apariencia externa de los coches, de los
accesorios que utilizan... Aquí invierten mucho tiempo en elegirlos, en
diseñarlos porque quieren ser únicos". De hecho, son muchos los que
hacen uso de las herramientas que Ferrari pone a sus clientes para crear
su propio 'sueño' a medida e incluso viajan Maranello (Italia) para
elegir hasta el último detalle.
Lamborghinis revestidos en oro, Rolls Royces personalizados
hasta en las iniciales bordadas en el interior de las tapicerías, Range
Rovers con Swarovski aparcados en la entrada del lujoso Dubai Mall...
Cada viernes los más jóvenes emiratís (y los saudís de vacaciones) hacen
su paseíllo triunfal con sus últimas adquisiciones por la famosa
Jumeirah Beach Road, donde ponen a prueba la potencia de sus caballos.
Piensen que para distinguirse de los demás, para ser más exclusivos,
cuando los coches ya no les dan más, acaban por pagar hasta fortunas por
el número de sus matrículas.
Y es que el mercado de coches de lujo en Oriente Próximo está en
plena efervescencia. "La demanda es enorme", dice Marthew German, quien
resalta que "son coches que cumplen aspiraciones. Siempre ha habido una
demanda muy alta y listas de espera larguísimas. No es algo de los
últimos tiempos, no creo que haya un incremento". Aunque la relaciones
públicas de Ferrari recuerda que las cifras de venta de la casa que
representa han aumentado un 4,5% en el último año en la zona, donde las
ventas de este sueño con cuatro ruedas suponen un 9% de las mundiales
para Ferrari.
Es ese gran interés (sin crisis y alentado por economías basadas en
el petrodólar) que ha llevado a más de 35.000 personas a pasarse por
este evento organizado por la revista Auto Trader, en el que según sus
organizadores
se han "cerrado muchas compras", aunque
aún no tienen los datos finales. Un evento organizado por los
concesionarios, no por las marcas. Los primeros confían en los
gustos "ostentosos" de sus clientes y arriesgan a poner diamantes a las versiones de sus coches... o lo que haga falta.
Hasta las casas de alquiler de coches participaron. Pues no vayan a
pensar, desde que la primavera árabe convirtiera a Dubai en destino
vacacional de los árabes, éste es un negocio muy lucrativo si se habla
de coches de súper lujo. ¿Qué mejor coche que un Rolls Royce o un
Ferrari para pasar las vacaciones de un saudí en Dubai en el Armani
Hotel, el más alto del mundo? Veremos si acaban hasta por personalizar
los coches de alquiler.