¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores. Salmos 1:1
No se trata sólo del desembolso que cuesta el avión en sí, hay que mantenerlo, contratar personal de cabina... Te desvelamos todos los secretos sobre los aviones privados de los más ricos y famosos.
Si tener un barco es caro, imagínense el coste mensual que puede derivarse del hecho de ser el afortunado poseedor de un avión privado. No sólo hay que adquirir el lujosísimo bien, sino que además, hay que costear el hangar para resguardarlo, el personal que se encarga de mantenerlo a punto, los pilotos, el equipo de cabina, el combustible, los permisos… El precio de mantener un jet privado puede ascender a miles de dólares por hora.
Pero si su situación económica es tan boyante que puede permitirse poseer un avión privado, quizás se le plantee una duda… ¿Dónde comprarlo? No se trata de algo tan sencillo como adquirir un televisor de segunda mano en internet, dado que esta industria, a parte de muchos millones, mueve una gran cantidad de permisos y papeleos, que viajan de un lado al otro del mundo.
Una de las opciones para adquirir un avión propio es acercarse a la oficina de Steve Varsano, la primera y por ahora la única especializada en la venta de jets privados, tanto nuevos como usados. La adquisición de una aeronave de segunda mano no está tanto motivada por el precio como por la habitual tardanza que suele conllevar comprarse un avión nuevo… y a los más acaudalados no les gusta esperar.
Sin embargo, si el comprador es paciente, tiene la posibilidad de personalizar su compra, instalando pantallas de video que salen del techo, barras de bar, espacio para un dormitorio y tapizado personalizado. La oficina de este original empresario es un buen ejemplo de lo que puede llegar a hacerse con mucho dinero. El comprador puede escoger su nuevo medio de transporte sentado en la maqueta a tamaño real de la cabina de un Airbus ACJ-319, cuya versión real ronda los 60 millones de dólares, más unos 30 millones para adecuar la nave al gusto de cada cliente.
Aunque solemos pensar que la finalidad de un jet privado se relaciona con gustos esperpénticos y fiestas en las nubes, Varsano cree que se trata más de necesidad que de lujo: “La visión que tiene la gente es que son vuelos solo para volar de vacaciones, con champagne y chicas, y eso es falso”, asegura. La reducción de tiempos de espera y la posibilidad de viajar cuándo se desee puede tener un precio inicial de entre 10 y 130 millones de dólares, pero resulta imprescindible para grandes empresarios y las mayores celebridades. Ahora, los precios han caído, pero Varsano no ha percibido pérdidas en su negocio, porque la demanda ha aumentado, especialmente por parte de ciudadanos rusos.
Josué 1:8
Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en
él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito;
porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito.
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