"Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo." Mateo 24:13

Ya hablamos de Turney Duff hace un tiempo. Duff fue un exitoso corredor de bolsa que acumuló más de 10 millones de riqueza y se lo gastó todo en alcohol, drogas y prostitutas, además de algunas malas inversiones. En estos momentos se encuentra escribiendo su segundo libro, y se rumorea que Sony ha comprado los derechos del primero para convertirlo en una película.

Turney Duff aconseja a los jóvenes que quieran trabajar en Wall Street sobre cómo es este particular mundo y lo que a él le ayudó. Muchos de estos puntos son aplicables para cualquier joven que quiera desarrollar su carrera en cualquier otra industria.

1. El primer empleo.


La mayoría de los trabajadores en Wall Street tienen su propia historia sobre cómo consiguieron su primer empleo, el segundo o el décimo empleo. Coinciden la mayoría de historias que el trabajo no lo obtuvieron enviando un curriculum. De hecho, si envías un currículum a Goldman Sachs, las probabilidades de que te den trabajo son bastante escasas.

De ahí viene la importancia de tener contactos y cultivarlos. Suelen ser necesarios para conseguir tu primer trabajo, pero más importantes aún para continuar avanzando en tu  carrera profesional. Y esta situación se da en el resto de las industrias, pues lo cierto es que la mayoría de los buenos trabajos se suelen conseguir porque alguien conoce a alguien.

La probabilidad de que una un gerente que no te conoce, te contrate únicamente por ver tu perfil de Linkedin es también muy escasa.


2. No hay un prototipo de éxito en Wall Street.

Tienes que averiguar lo que funciona para ti, dice Duff, reconociendo que él no era el más apasionado de los mercados ni el más inteligente en la habitación, "pero jugué mis puntos fuertes. Era consciente de mis limitaciones diurnas, pero era muy competente durante la hora feliz, que era cuando los demás estaban bajo mínimos".

Es importante saber que en Wall Street, al igual que la mayoría de empresas e industrias, es un juego de ajedrez constante, un juego de estrategia con las correspondientes torres, alfiles y caballos.

 "A mí me funcionó el crear mis redes de contactos, desarrollar y cultivar relaciones. Me gustaba ayudar a los demás, sin pensar si alguien me podría ayudar o de qué manera. Si haces esto, siempre hay un efecto boomerang".

3. Respeto.

Aunque no sea la primera palabra que viene a la mente cuando se habla de Wall Street, lo cierto es que tratar a la gente con respeto es el mejor atajo que existe para el éxito en este negocio.

Wall Street puede llegar a dar la sensación de que es una jungla donde devoras o te devoran. Duff asegura que él pensó al principio que la única forma de tener éxito en el negocio sería la de tener el carácter de una especie de matón.

"A menudo veía a los corredores gritar e insultar gratuitamente al chico del departamento de análisis por enviarle un informe con minutos de retraso. Nunca entendí por qué insultar a alguien que únicamente te está echando una mano en tu trabajo, y en muchos casos, está haciendo parte de tu trabajo por ti.

Me di cuenta de que la mejor jugada era asumir el papel de "poli bueno", y casi al instante, todo el mundo quería colaborar contigo y ayudarte. Gracias a muchas de estas personas que decidieron ayudarme porque las respetaba, me convertí en uno de los mejores en mi trabajo".

4. Conciencia de sí mismo.

"Tuve muchos momentos de locura y tristeza, y a menudo cuestioné mi comportamiento. ¿Cómo se medía tu éxito profesional y personal en Wall Street?. Sencillamente se medía el éxito por el dinero que cobrabas.

Y es muy difícil encontrar tus defectos cuando estás recibiendo un bono de 7 cifras.

Puede sonar a cliché, pero el dinero no puede comprar la felicidad. Sin embargo, puede alquilar la felicidad, pero con una tasa de reclamo y arrendamiento a corto plazo con la correspondiente penalización por pagos atrasados.

Aprendí esa lección de una forma dolorosa. Sólo me tomó 2 centros de rehabilitación de drogas y alcohol, una inversión de 7 cifras al traste, la venta obligada de mi propia casa y un daño descomunal a la relación que mantenía con la madre de mi hija. Fue una lección muy cara, pero aprendida está".

Es por eso que no hay que confundir el patrimonio neto con la autoestima.

¿Qué no deberías hacer en Wall Street ni en ninguna otra empresa?

5. No pensar que puedes comprar la calidad de vida.

"Cuando ganaba 22.000 dólares al año, pensaba que todos mis problemas se solucionarían si ganara 50.000 dólares. Pero cuando llegué a ganar 2 millones, mis problemas únicamente aumentaron".

Ser rico no es la solución a tus problemas, pues si no eres capaz de disfrutar ahora, no lo serás si algún día tienes dinero.

6. No seas el juguete o el payaso en las cenas de negocios.

Comer y beber con todo el organigrama de la empresa es algo muy común en Wall Street, pero debes saber que contar chistes y hacer reír, no es sinónimo de conseguir un ascenso.

7. No tengas miedo de pedir ayuda.

Por algún motivo, la mayoría de personas les cuesta pedir ayuda o reconocer que les vendría bien una mano. Pedir ayuda son todo ventajas. Aprendes lo que no sabes de personas que pueden explicarte lo que necesitas saber. No tengas miedo de preguntar o pedir ayuda.

Recuerda aquel famoso dicho: "puedes preguntar y parecer tonto hoy, o puedes callarte y ser tonto siempre"

8. No corras una carrera que no tiene línea de meta.

Aparecen algunas discusiones y competiciones que realmente no te llevan a ningún sitio, y donde no hay vencedor, sino que todos pierden. No gastes energía si no ves una clara recompensa por comenzar un conflicto de este tipo.

Y para terminar, Turney Duff nos aconseja.... atentos....; No decirle nunca a tu jefe que es bipolar ni te abras una cuenta de Twitter falsa para twittear desde el ascensor cosas feas sobre él :-)