La diferencia entre la planificación financiera y los vehículos financieros
Hace un tiempo estuve como invitado en
un programa de radio sobre inversiones en San Francisco. Durante el
programa, un hombre llamó pidiendo consejo.
“Tengo 42 años. Tengo un buen trabajo,
pero no tengo nada de dinero. Mi madre tiene una casa que vale casi
$700.000 dólares. Me dijo que podía pedir prestado algo de eso para
comenzar a invertir. ¿En qué debería invertir? ¿Acciones o bienes
raíces?”
“¿Tienes un plan?” Le pregunté.
“No necesito uno”, dijo. “Sólo quiero que me digas en qué invertir. Tengo el dinero, y estoy listo para lanzarme! Sólo necesito saber qué mercado crees que es mejor.”
“Si tienes 42 y tienes un buen trabajo”,
le dije, “¿Por qué no tienes dinero? Si pierdes el dinero de la casa de
tu madre, ¿puede seguir ella costeando la casa con esa nueva deuda? Y
si pierdes tu trabajo, o el mercado colapsa, ¿puedes darte el lujo de
conservar el estilo de vida que tienes actualmente?”
“Eso es asunto tuyo”, dijo. “No tienes
que meterte en mi vida personal. Todo lo que quiero es un consejo de
inversión, no un consejo personal.”
Los consejos de inversión son consejos personales
Una de las cosas más importantes de mi
padre rico me enseñó, fue que la inversión es un plan, no un producto ni
un procedimiento. También me dijo: “La inversión es un plan muy personal.” Es por eso que él creía que todos los consejos de inversión, también requerían de un consejo personal.
Mi padre rico a menudo comparaba los
productos de inversión con los coches. La razón por la que hay tantos
coches es porque diferentes personas tienen diferentes necesidades. Por
ejemplo, una persona soltera puede que no necesite una furgoneta de
nueve pasajeros, pero una familia con cinco hijos sí. Un agricultor
preferiría tener un camión antes que un auto deportivo.
“Es por eso que los productos de inversión son llamados vehículos de inversión”, dijo padre rico. “Te llevan desde el punto A al punto B, de donde estás financieramente hacia donde quieres estar.”
Para cada persona, el plan será diferente, dependiendo de sus metas personales, detalles y realidades. Es por eso que es importante tener un plan personal, y por qué, si necesitas consejo, necesitas un asesor que entienda tu situación personal.
Requieres más de un vehículo
Mi padre rico también señaló que un gran
viaje a menudo requiere de más de un vehículo. Por ejemplo, si vas a
viajar de Hawai a Nueva York, necesita tomar o un barco o un avión. Esto
es porque hay un gran océano entre las islas y el continente.
Una vez que llegues a tierra, puedes
agarrar una bicicleta, caminar, alquilar un coche, tomar el tren o el
autobús hasta la ciudad. Uno no es necesariamente mejor que el otro. Depende de tu plan.
Si tienes tiempo y quieres viajar tranquilo, entonces, caminar o andar
en bicicleta sería una buena opción. Si tiene un tiempo límite porque
tienes que asistir a una reunión, probablemente querrás un coche o tomar
el tren.
Del mismo modo, dependiendo de tus objetivos, puedes tomar una serie de diferentes vehículos para lograr tu plan financiero.
El vehículo no es el plan
La mayoría de la gente se enfoca en los
vehículos de inversión como si fueran el plan. Pero imagina ir a una
boletería y pedir un billete de avión, pero sin saber a dónde quieres
ir. No sería muy productivo, y sería muy costoso.
Así es como la mayoría de la gente invierte. Buscan el vehículo, como acciones, bonos, fondos mutuos, bienes raíces y se enfocan en ellos más que en su plan de inversión. En lugar de eso, deberían hacer un plan, y entonces elegir los vehículos adecuados para lograr ese plan.
No te enamores de tu vehículo
Esa también es la razón por la que mi
padre rico advirtió no enamorarte de tu vehículo. En la mayoría de los
viajes, él señaló que no eres el dueño del vehículo; simplemente lo usas durante el tiempo necesario.
Por ejemplo, no eres el dueño del avión que utilizas para ir del punto A
al punto B. Y no eres dueño de los coches que alquilas o del tren para
el que compraste un boleto. Son útiles durante un tiempo y un propósito,
pero no para todo.
Muchas personas se enamoran de sus
vehículos de inversión. Creen que las acciones o los bienes raíces son
la mejor manera de invertir y la única manera de tener éxito. Una vez
más, esto es enfocarse en el vehículo en vez de en el plan. Enamórate de tu plan y utiliza cualquier vehículo que sea necesario para lograrlo.
¿Cuál es tu plan?
Así que, ¿Tienes un plan? ¿Qué vehículos
necesitarás para lograr ese plan? Si no estás seguro de la respuesta a
estas preguntas, una gran forma de comenzar tu plan es aumentando tu
inteligencia financiera a través de la educación financiera.
Asiste a algún taller, o si estás listo, consigue un coach (entrenador)
para que te ayude a planear. Y como siempre, no hay mejor día para
comenzar tu viaje financiero que hoy.
La palabra de Dios dice: Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Josué 1:8 Por tanto, sigamos la voluntad de Dios estudiando su palabra y acercándonos a Él a través de la oración.
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