Incluso si tenemos en cuenta que, según datos de H2 Gambling Capital, el mercado mundial de póquer en línea movió US$3.876 millones en 2014 y se estima que rondará los US$4.577 millones en 2018. El meollo de la cuestión, la frutilla del postre, el jamón del medio, es que estos números no incluyen Estados Unidos, donde "viernes negro" mediante, no se puede jugar en línea (excepto en Nevada, Delaware y Nueva Jersey). Si los números abarcaran Estados Unidos, el mercado de póquer en Internet sumaría US$3.500 millones. Y en Amaya están seguros de que en la tierra de las oportunidades se viene la regulación del juego en línea. Suena lógico. Al menos si tomamos en cuenta la opinión de Aaron Brown, quien en su libro The Poker Face of Wall Street asegura que el póquer está en la historia del nacimiento de este país. Pero no hay duda de que Estados Unidos impulsó el boom del póquer no hace tanto tiempo. Fue en 2003, cuando Chris Moneymaker, un humilde contador, logró convertir los US$40 de la entrada a un torneo clasificatorio en más de US$8 millones al ganar el torneo principal de la WSOP (el campeonato mundial de esta disciplina). El evento pasó de reunir 839 participantes en 2003 a más de 8.000 en 2006.
La ventaja de ser joven


Libros, escuelas, programas de televisión (ESPN, que emite el World Series of Poker Main Event, dice que en 2014 el promedio para la mesa final fue de 1,2 millones de espectadores) e Internet. "Para ser un jugador de póquer serio hay que empezar joven. Y, a menos que crezcas en un lugar donde el póquer se toma en serio, no tenés posibilidades reales de convertirte en un jugador serio. Ahora, en cualquier parte del mundo con conexión a Internet, una persona puede jugar en línea con los mejores jugadores del mundo. Eso ha provocado una explosión en la calidad del juego",asegura Aaron Brown en una entrevista con Trading Markets.com. También ha revolucionado las características de quienes lo juegan. "Hoy el póquer es de los jóvenes. En un par de años juegan más manos de lo que grandes jugadores han jugado en toda su vida. En cuanto reúnen experiencia en el juego cara a cara dominan los torneos. Tienen energía y el cerebro flexible".

José Litvak, un experto en Derecho Tributario (es autor de doce libros en la materia) que hoy dirige la editorial y productora de contenidos multimedia Pensar Poker, coincide: "Tienen mucho éxito porque lo que se necesita es una gran cantidad de buenas neuronas en funcionamiento rápido. Ellos las tienen. Y esa es una ventaja comparativa respecto de los mayores". La última edición de la Serie Mundial de Poker (WSOP) estableció varios récords. Por ejemplo, recibió jugadores de 107 países diferentes, vendió 79.471 entradas, conformó el segundo prize pool en la historia de estas series con US$197.041.468. Pero, además, mostró que es un juego de hombres jóvenes: en promedio, 9,5 de cada 10 concurrentes eran varones de 35 años .
La fórmula ganadora

A principios de este año, A Winning Personality (un sitio que reúne investigaciones y estrategias destinadas a alcanzar el éxito) realizó un estudio con algunos de los mejores jugadores de póquer del planeta. La mayoría eran hombres de 33 años, en promedio, y trabajadores por cuenta propia. En la prueba de personalidad Big Five, se destacaron por su puntaje de conciencia, "el mayor predictor de éxito general en la vida". Probablemente, también en los negocios. Por eso Wall Street busca los nuevos traders entre los profesionales del póquer. "Esencialmente, son supervivientes en un sistema muy difícil en que el 95% de las personas pierde dinero", justifica Brandon Adams, profesor de Finanzas Conductuales en el Departamento de Economía de la Universidad de Harvard, en una nota con la agencia Bloomberg. Aaron Brown sube la apuesta: "Alguien que se ha ganado la vida como jugador de póquer por unos años tiene más posibilidades de ser un buen agente de bolsa que alguien que no lo ha hecho".

Una estrategia racional hacia el riesgo, la toma de decisiones rápidas bajo presión, la disciplina y una memoria bien entrenada son las habilidades que los jugadores de este juego despliegan en las mesas para ganar hoy y también mañana. Son las mismas que seducen a los fondos de inversión y corredores, que buscan talentos y herramientas analíticas en el póquer profesional. Susquehanna, por ejemplo, organiza torneos para sus aspirantes a traders, a fin de monitorear su capacidad de tomar decisiones.

"Annie Duke, una de las más exitosas entre los jugadores del mundo, definió con claridad la esencia de este deporte. Dijo -reseña Litvak-: 'El poker no consiste en ganar dinero, sino en tomar buenas decisiones. Si tomás buenas decisiones, vas a ganar mucho dinero'. Y, en ese sentido, es indiscutible que esa es la principal tarea de los ejecutivos. Por ende, quien sepa más de poker tendrá más elementos y capacidad para que su desempeño empresario sea mejor".

En la Argentina, el universo de picas, tréboles, diamantes y corazones también se coló en las finanzas: el profesor de Economía de la Universidad Nacional de La Plata Martín Tetaz perfeccionó un modelo matemático de póquer para aplicar en las negociaciones comerciales del Mercosur. Porque no es el juego el que imita la vida económica, sino que la vida económica es la que se basa, en gran medida, en los juegos de azar. La idea la postuló John Law hace algo más de trescientos años. Hoy está más vigente que nunca.

Los cinco rasgos de una personalidad exitosa (que se pueden aplicar al poker)

1. Amplitud mental: mayor capacidad para tolerar la ambigüedad y absorber datos. Son capaces de percibir más pensamientos, sensaciones e impulsos de manera simultánea.

2. Autoconciencia: implica altos niveles de reflexión combinados con el control de impulsos y comportamientos direccionados hacia una meta. Esto lo vuelve una persona metódica y organizada.

3. Extroversión: hace que alguien quiera ser dominante en situaciones sociales. También la vuelve menos ansiosa frente a la adversidad, con capacidad de adaptación y con ambición.

4. Afabilidad: una persona amable se vuelve confiable. Además, puede insertarse fácilmente en ámbitos grupales.


5. Neuroticismo: si bien un alto grado vuelve emocionalmente inestable a una persona, tener un cierto grado de neuroticismo puede ayudarla a rendir mejor debido a que es más sensible a los resultados negativos.