No lo
decimos nosotros. El Sybaris acaba de ganar el premio a Mejor
Interiorismo en la última edición del Monaco Yacht Show. Y eso es como
el Oscar del interiorismo de barcos.
En el universo náutico también hay concursos de belleza. De belleza
exterior y de belleza interior. De esta última, sobre todo, puede
presumir y presume este yate de nombre Sybaris, pues
acaba de ganar el premio al Mejor Interiorismo en la última edición del Monaco Yacht Show, que es como llevarse un Oscar en el mundo de la navegación de recreo.
Tiene mérito, porque la competencia es de aúpa. Si una feria de yates
ya se nos antoja de por sí exclusiva, imagínese la que se celebra en uno
de los meollos del lujo por excelencia, Mónaco.
Más concretamente, en el Puerto Hércules del Principado, entre septiembre y octubre.
A este salón anual que los ricos del mundo marcan de rojo en el
calendario acuden los principales astilleros para presentar sus nuevas
virguerías. Se admiten superyates, megayates y veleros.
El Sybaris es un megayate, porque mide más de 24 metros de eslora o
longitud. En concreto, 70 m, lo que le convierte en uno de los yates de
vela más grandes que existen.
Lo ha construido el astillero
italiano Perini Navi, y le acaban de galardonar por sus elegantes
interiores, que ha realizado a medida Perini Navi con la ayuda del
diseñador de yates Philippe Briand y del estudio PHDesign de Miami.
El barco lo encargó el abogado americano Bill Duker cuando le
diagnosticaron cáncer y decidió, inmediatamente después, vivir cada día
como si fuera el último. Superada la enfermedad, mantuvo su nuevo estilo
de vida, y ya acumula varios yates.
En el Sybaris pueden dormir, y muy cómodamente, hasta 12 pasajeros en seis camarotes, a saber:
una suite principal, dos vip y tres cabinas dobles, a las que hay que añadir los camarotes de la tripulación, que puede sumar hasta 11 miembros.
El megayate marca una velocidad maxima de 17,5 nudos, y su velocidad de crucero es de 12,5 nudos.
Con
sus 73.000 tanques de combustible alcanza 5.000 millas náuticas a 12,5
nudos, y sus tanques de agua almacenan unos 126.000 litros de agua dulce.
El jurado del Monaco Yacht Show ha destacado de este gigante marino la
amplitud de sus espacios exteriores, su estilo contemporáneo y el hecho
de que está equipado con la última tecnología.
Por dentro, los detalles son incontables.
Los techos se han
fabricados en titanio para que la luz rebote con suavidad y para
complementar los tonos apagados de la carpintería de fresno americano.
Además, sus decoradores renunciaron a los armarios empotrados a ambos
lados del salón–comedor en favor de 12 enormes baúles de viaje de piel
de aligátor suspendidos y sujetados por correas de titanio.
Sus líneas limpias y sus diversos materiales naturales hacen juego con la colección de arte moderno que cuelga de sus paredes.
Su precio no ha trascendido. Nos asustaríamos si lo supiéramos.
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