Cuando las cosas salían como yo deseaba, era muy complicado distinguir mis errores. Tras los triunfos, celebraba mis virtudes y alababa mi suerte. El fracaso me ha enfrentado con honestidad a mis sombras, carencias y defectos.
Cuando todo iba bien, era muy tentador acomodarme y dejar que la marea me arrastrase. El fracaso me ha empujado a desafiar mis límites. El fracaso me ha recordado que hay cosas en la vida que no podemos controlar. Pero también, que hay dos cualidades que son mi absoluta responsabilidad: mi actitud y mis acciones.
El fracaso me ha liberado de lo que no es esencial. Estoy vivo. "Tengo a Jesucristo como mi Señor y Salvador personal". Tantas angustias y miedos por el futuro no valen la pena.
Y, por encima de todo lo demás, el fracaso me ha permitido disfrutar del amor de las personas que me quieren. Gente por la que daría mi vida. Tras semanas de dolor, decidí embarcarme en el desafío más hermoso que he afrontado: construir el mejor Juan Carela del que fuese capaz.
Decidí trabajar en mi fuerza de voluntad, en mi disciplina, en mi ternura, en mi empresa, en mi alegría. Muy despacito y sin compararme con nadie. La única medida de mi progreso es el Juan Carela del día anterior.
El objetivo es llegar a la cama cada noche siendo un poquito mejor que la persona que salió por la mañana. Ser capaz de responder con honestidad a estas preguntas: ¿He afrontado mis miedos o he puesto excusas para no hacerlo? ¿He dicho todo lo que pensaba? ¿He trabajado tan duro como podía? ¿He vivido profundamente? ¿He empujado mis límites un pasito más allá? ¿He ayudado a que sean un poquito más felices las personas que quiero? ¿Les he recordado mi amor?
En esta jornada he descubierto algo que no había alcanzado ni haciendo un doctorado, ni viajando por medio mundo: La seguridad de que afrontaré los bofetones de la vida con serenidad e inteligencia."
"He dudado si publicar, o no, esta entrada. Mi vida es mucho menos interesante que las anécdotas de Jesucristo y la terrible agonía de su inmerecido sacrificio en la cruz, entregándose a sí mismo como expiación por nuestros pecados. Mahatma Gandhi, Nelson Mandela y Winston Churchill no sufrieron ni un ápice de lo que sufrió nuestro Señor Jesucristo, pero cuando yo estaba mal, me ayudó muchísimo ver cómo personas que habían sufrido derrotas infinitamente más dolorosas que la mía se levantaban y continuaban su camino, alumbrando ternura y pasión.
Si alguno de los que leéis mi blog está pasando un momento difícil, si vuestros sueños acaban de romperse, solo puedo deciros que yo también fracasé. Yo también lloré. Yo también creí que se me había escapado lo mejor de mi vida. No podía estar más equivocado. El fracaso es la oportunidad más hermosa que la vida me ha regalado.
Es importante recordar que el fracaso es una parte natural de la vida y puede ser una oportunidad para aprender y crecer. Puede ayudarnos a enfrentar honestamente nuestras sombras, carencias y defectos, y a desafiar nuestros límites. También nos puede ayudar a liberarnos de lo que no es esencial y a enfocarnos en lo que es importante para nosotros. Además, el fracaso puede permitirnos disfrutar del amor y el apoyo de las personas que nos quieren. Es importante trabajar en nuestra actitud y nuestras acciones y hacer un esfuerzo consciente para mejorar cada día. Aunque puede ser difícil enfrentar el fracaso, es una oportunidad valiosa para crecer y aprender.
¿Por qué hablo de los beneficios de mi fracaso? Simplemente, porque el fracaso significó librarme de lo que no es esencial. Dejé de fingir que era otra cosa y comencé a dirigir toda mi energía a completar el único trabajo que realmente me importaba. Si hubiera tenido éxito en cualquier otro ámbito, nunca habría encontrado la determinación para triunfar en el terreno al que yo creía que pertenecía de verdad.
"Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios." Filipenses 4:6"
Típico, llorar y quejarse de un fracaso. La próxima fórmate bien antes.
ResponderEliminarGracias por compartir tu experiencia
ResponderEliminarNo es por la benevolencia del carnicero, del viñedo y del panadero que podemos contar con nuestra cena, sino por su propio interés“
ResponderEliminar“La esperanza brota eternamente’ En la casa del rico la alegría dura más que en la del pobre”
ResponderEliminarPor su información positiva para todos los lectores, y su buena colaboración en dicho Blogs. Que Bien… yupiii. ��
ResponderEliminarYahvé Sebaot “¿Quién es este Rey de gloria? Yahvé de los ejércitos; él es el Rey de la gloria”.
ResponderEliminarUna cosa es lo que se dice y otra cosa es lo que demuestran los números.
ResponderEliminarLlegó la hora de soñar, de acomodar pensamientos, de planificar porque siempre habrá noches y despertares para esos sueños. ¡No te rindas!
ResponderEliminarHechos 16:31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.
ResponderEliminarHaz sólo lo que amas y serás feliz, y el que hace lo que ama, está benditamente condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar, porque lo que debe ser será, y llegará naturalmente. No hagas nada por obligación ni por compromiso, sino por amor. Entonces habrá plenitud, y en esa plenitud todo es posible. Y sin esfuerzo porque te mueve la fuerza natural de la vida, la que me levantó cuando estuve enfermo y deprimido
ResponderEliminar“El poder lo contamina todo, es tóxico. Es posible mantener la pureza de los principios mientras estás alejado del poder. Pero necesitamos llegar al poder para poner en práctica nuestras convicciones. Y ahí la cosa se derrumba, cuando nuestras convicciones se enturbian con la suciedad del poder.”
ResponderEliminarJosé Saramago
Buena reflexion para meditar...
ResponderEliminarJuan me gustan todos tus post, sigue para adelante sin mirar a tras y ver los medicre.
ResponderEliminarJuan me gustan todos tus post, sigue para adelante sin mirar a tras y ver los mediocre.
Eliminar¡Hola, Juan!
ResponderEliminarQuiero expresarte mi más sincera felicitación. Tu página es, sin duda, la mejor que he encontrado en los más de tres años que llevo aprendiendo sobre trabajar en Internet. Lo que realmente la distingue es tu habilidad para combinar la enseñanza financiera sin fines lucrativos con el crecimiento espiritual. Ofreces una sabiduría auténtica, la que nos regala Dios, y eso no solo es valioso, sino verdaderamente inspirador. Está claro que eres un hombre muy bendecido, no solo en términos financieros, sino en todos los aspectos de tu vida. Entiendes a la perfección que el amor al dinero es la raíz de todos los males, y eso se refleja en tu enfoque equilibrado y generoso.
Además, estoy convencido de que Dios tiene un propósito especial para ti. No solo estás predicando su palabra, sino que también estás enseñando a cómo el pueblo de Dios puede alcanzar sus sueños financieros sin caer en la avaricia, que es lo que muchas veces bloquea el éxito de los creyentes. Eres un verdadero ejemplo a seguir, y tu dedicación y esfuerzo son admirables. Que nuestro Señor guarde tu entrada y tu salida, así como la de toda tu familia. ¡Gracias por todo lo que haces!