Archie Karas

Empezó trabajando de mesero y fue en uno de sus trabajos en Los Ángeles donde descubrió su gran habilidad y dominio del billar en un bar cercano. Lo que fue su pasatiempo, poco tiempo después se convertiría en su trabajo, ya que descubrió que ganaba más en apuestas que como mesero.

Tiempo después, se hizo maestro de las cartas con el póker logrando ganar más de $2 millones, pero en el mismo año perdió todo, menos sus 50$. Fue allí cuando decidió irse a Las Vegas en 1992.

Llegó al famoso casino Mirage en Las Vegas y pidió prestado de un amigo $10 mil y horas después había triplicado la cantidad. A partir de allí las apuestas empezaron a ser más desafiantes y atrevidas, aumentando, duplicando y triplicando las cantidades.  Cuando su racha terminó, había logrado unos $40 millones. A pesar de los altibajos, esto ya se había convertido en su forma de vida.

Amarillo Slims

Su nombre real es Tomas Austin Preston su gran hobby eran las apuestas deportivas y el póker. Amarillo se autoproclamó como el apostador más grande del mundo, con una impresionante capacidad de análisis y previsión.

Lo caracterizaba su ingenio y un sombrero de vaquero que portaba en sus juegos. Fue ganador de las series mundiales de póker en 1972.

Gano el récord Guinness por pertenecer a cinco categorías del Salón de la Fama en las categorías de póker, juego, leyendas de Texas, leyendas de Nevada, y adultos mayores.

Bill Benter

Se encuentra como uno de los apostadores más ricos del mundo, comenzó a acumular su fortuna al finalizar la universidad, utilizando su habilidad para contar las cartas del Blackjack. Años después fue descubierto y vetado por los casinos en Las Vegas.

Empezó a apostar en carreras de caballos y con el tiempo desarrolló un algoritmo que le permitía identificar al ganador. Debido a este invento recibe millones de dólares cada año. Además, es reconocido por donar partes de su fortuna a diversas causas benéficas.

Billy Walters

Actualmente es considerado el apostador deportivo más peligroso de la historia, temido por las grandes casas de apuestas, tan solo con 13 años ya sus valores de apuestas alcanzaban los $50.00 dólares. Se convirtió en un gran apostador del baloncesto y futbol americano.