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 Proverbios 15:22: "Los planes fracasan donde no hay consejo, pero con muchos consejeros se logran."

 Saber + metría significa «Medición del saber»

El béisbol, a lo largo de su historia, ha sido un deporte marcado por la tradición y el amor por el juego. Sin embargo, en las últimas décadas, ha experimentado una revolución silenciosa pero profunda gracias a una herramienta que cada vez tiene más peso en la toma de decisiones: las estadísticas avanzadas, o sabermetría. Aunque a menudo se asocia con términos complejos y cifras difíciles de comprender, la sabermetría es, en su esencia, una forma de analizar el juego a través de datos, utilizando la ciencia para entender y predecir los patrones del béisbol.

¿Qué es la sabermetría?

El término sabermetría proviene de la Society for American Baseball Research (SABR), una organización que se dedica al estudio del béisbol desde múltiples enfoques, desde lo histórico hasta lo estadístico. Su objetivo es aplicar métodos científicos al análisis del deporte, tomando en cuenta que cada jugada, cada decisión dentro del campo, está impregnada de probabilidades y predicciones.

Bill James, uno de los pioneros más influyentes en este campo, es conocido por popularizar muchas de las ideas que hoy forman la columna vertebral de la sabermetría. A través de la recopilación de datos y el análisis estadístico, los sabermétricos pueden obtener conclusiones que, en muchos casos, desafían el sentido común tradicional del béisbol.

El objetivo: tomar decisiones más informadas

La sabermetría no se limita a evaluar el rendimiento de los jugadores; su principal propósito es proporcionar herramientas que ayuden a tomar decisiones más estratégicas en el campo y fuera de él. Por ejemplo, los sabermétricos no entrenan a los jugadores ni desarrollan planes de entrenamiento, pero pueden identificar patrones en el rendimiento de un jugador, como un bateador que presenta dificultades al enfrentar lanzadores zurdos, lo que podría llevar a un ajuste en su preparación o incluso en su alineación en el equipo.

Lo que hacen los sabermétricos, en definitiva, es mejorar la toma de decisiones dentro del contexto de probabilidades. En un deporte donde cada acción tiene una determinada probabilidad de éxito o fracaso, las herramientas de análisis matemático y estadístico permiten predecir, con una mayor precisión, los resultados de una jugada o incluso de una temporada.

Estadísticas tradicionales vs. estadísticas avanzadas

Durante años, las estadísticas tradicionales del béisbol, como el promedio de bateo (AVG) o el promedio de carreras limpias permitidas (ERA), fueron las herramientas básicas para valorar a los jugadores y equipos. Sin embargo, con el auge de la sabermetría, surgieron nuevas métricas que ofrecen una visión mucho más precisa del rendimiento en el campo.

Por ejemplo, el promedio de carreras anotadas (CA) y carreras permitidas (CP) es más relevante a la hora de evaluar el desempeño global de un equipo que simplemente el promedio de bateo o el ERA. Estas métricas, aunque útiles, no capturan toda la complejidad de lo que ocurre en el terreno de juego. Aquí es donde entran en juego medidas como el WAR (Wins Above Replacement), que intenta cuantificar el valor total de un jugador en términos de victorias para su equipo, o el wOBA (Weighted On-Base Average), que da un valor más preciso a las veces que un jugador llega a base en función de la importancia de cada tipo de evento (doble, jonrón, base por bolas, etc.).

Estadísticas independientes para mejorar la evaluación

Una de las grandes críticas a las estadísticas tradicionales es que son dependientes, es decir, dependen de factores como la alineación del equipo o el contexto en el que se produce una jugada. Por ejemplo, un bateador que ocupa el cuarto puesto en la alineación, con jugadores que tienen buenos promedios de embasarse, tendrá más oportunidades de impulsar carreras que un bateador que se encuentra en una parte inferior del lineup.

Por ello, se han creado métricas avanzadas que intentan ser más independientes de estos factores, como el wOBA o el WAR, que miden el impacto individual de un jugador de manera más precisa y predictiva. Estas estadísticas permiten predecir no solo el rendimiento presente, sino también la proyección futura de los jugadores, un aspecto clave a la hora de planificar el futuro de un equipo.

El impacto en el juego

Gracias a la sabermetría, el béisbol ha cambiado la forma en que los equipos construyen sus plantillas y toman decisiones tácticas. Una de las historias más emblemáticas de esta revolución es la de Moneyball, que narra cómo los Oakland Athletics, un equipo con un presupuesto limitado, usaron el análisis de datos para construir un equipo competitivo. En lugar de gastar grandes sumas en estrellas, se enfocaron en identificar a jugadores infravalorados con habilidades específicas que no eran apreciadas por los métodos tradicionales de evaluación.

Este enfoque ha sido adoptado por equipos como los Boston Red Sox, los Chicago Cubs y, en general, por la mayoría de los equipos de las grandes ligas, quienes han integrado la sabermetría en su proceso de toma de decisiones. No solo a nivel de jugadores, sino también en cuanto a estrategias dentro del juego, como la defensa, el uso de los relevistas y las tácticas para maximizar las oportunidades de anotar.

En resumen

La sabermetría ha traído una nueva era al béisbol, una donde los datos y la ciencia pueden ofrecer una comprensión más profunda del juego. Aunque algunos puristas del béisbol puedan sentir que esta revolución numérica ha despojado al deporte de su mística, lo cierto es que el análisis de datos ha permitido que los equipos tomen decisiones más fundamentadas, optimizando recursos y maximizando el rendimiento.

Con cada vez más herramientas y métricas a disposición, el béisbol de hoy no solo es más inteligente, sino que también ha adquirido una nueva dimensión, donde los números ya no solo son una parte del juego, sino una guía para su evolución.

 
Michael Jordan una vez dijo:
“Para aprender a triunfar primero tienes que aprender a fallar".
Kobe Bryant una vez dijo:
“Si tienes miedo al fracaso entonces probablemente vas a fallar".
LeBron James una vez dijo:
“Tienes que aceptar el fracaso para mejorar".
Stephen Curry una vez dijo:
Si no te caes, ¿cómo vas a saber cómo es levantarse?".
“Magic" Johnson una vez dijo:
“No aceptes la derrota, pero aprende de ella".

Hace ya varios años, en mi último curso de instituto, realicé un trabajo final en psicología que debía tratar sobre la personalidad de algún personaje histórico, como escritores, actores, pintores, políticos… Pero no iba a sumergirme en ninguna personalidad de estas con la que no iba a disfrutar haciendo el trabajo, y me llevó a buscar algo, cómo no, relacionado con el deporte.

Así, la figura perfecta para ello sería Michael Jordan, deportista considerado como el mejor de todos los tiempos y con una personalidad bastante peculiar. Desde entonces me volví fanático de este jugador, se ganó todos mis respetos.

Y es por ello por lo que realizo este artículo. Tenía ganas de recordar y recopilar lo mejor de aquél trabajo por el que desde entonces considero a Jordan el mejor ejemplo a seguir, tanto en lo deportivo como en lo personal, aún sin haber podido disputar de su juego por mi edad… Hoy, en “Más allá del baloncesto“, vamos más allá con Michael Jordan, haciendo un pequeño resumen de su vida y sus mejores declaraciones.

¿Quién es Michael Jordan?

Tal y como recita Wikipedia, Michael Jeffrey Jordan, nacido en Nueva York el 17 de febrero de 1963, es un ex jugador profesional de baloncesto que en la actualidad, es el propietario de los Charlotte Hornets, franquicia de la NBA. Está considerado por la mayoría de aficionados y especialistas como el mejor jugador de baloncesto de la historia. Se retiró definitivamente en 2003, tras haberlo hecho en dos ocasiones anteriores, en 1993 y 1999.

Ganó 6 anillos con los Chicago Bulls (1991, 1992, 1993, 1996, 1997 y 1998) siendo el MVP de todas las Finales, promediando 30’1 puntos por partido en toda su carrera, el mayor promedio en la historia de la liga. Además, también ganó 10 títulos de máximo anotador, 5 MVP de la temporada (1988, 1991, 1992, 1996 y 1998), nombrado en el mejor quinteto de la NBA en 10 ocasiones, en el defensivo 9 veces, líder en robos de balón durante tres años y un premio al mejor defensor de la temporada (1988). Desde 1983, ha aparecido en la portada de la prestigiosa revista deportiva Sports Illustrated en 50 ocasiones, todo un récord, además de ser nombrado “Deportista del Año” en 1991 y “Mejor atleta del siglo XX” por ESPN. Además, formó parte del Dream Team en Barcelona 1992, y consiguió en Juegos Olímpicos dos medallas de oro.

Jordan tiene dos hermanos mayores, Larry y James, y dos hermanas, una mayor (Delores) y otra pequeña (Roslyn). En septiembre de 1989 se casó con Juanita Jordan, con quien tuvo dos hijos, Jeffrey Michael y Marcus James, los cuales asisten a Loyola Academy en Wilmette (Illinois), un instituto privado donde ya apuntan maneras en el baloncesto.

Comienzos de niño

Jordan siempre ha afirmado que sus padres eran, son y serán sus héroes. Cuando era niño se mudaron a Wilmington (Carolina del Norte), y acudió en primer lugar a la Ogden Elementary School y después a Trash Junior High School.

Su padre nunca se imaginó que su hijo llegara tan alto, y él dice que así fue mejor, porque si lo hubiera sabido, le habría presionado demasiado y lo habría estropeado todo. Dejó que todo sucediera de manera natural, mientras que la madre siempre lo apoyaba y siempre estaba ahí, era su refugio y a la vez su motivador personal.

Su competividad se mostraba ya desde pequeño cuando jugaba unos contra unos con su hermano mayor Larry, mostrando su instinto de querer ganar siempre. Esto lo trasladó en su etapa de instituto, asistiendo a la preparatoria Emsley A. Laney donde empezó a jugar al baloncesto, béisbol y fútbol americano.

Al no tener la altura adecuada (1’80 metros), el equipo de basket lo rechazó. Ese día cuenta que que se quedó “atontado”, que vio un dolor que se le quedaría para siempre. Su madre, como ya hemos dicho, estuvo ahí para consolarlo y animarlo para que no se desilusionara en sus primeros intentos baloncestísticos.

Practicó duramente y al año siguiente gracias a que creció 10 centímetros, pudo entrar. En su época juvenil, la persona que más le influyó fue su entrenador personal Clifton Herring, quien le recogía a las 6 de la mañana para entrenarse más que los demás. Palabras suyas: “No me paso tres horas sudando cada día sólo para descubrir qué se siente al sudar… ’’.

A todos estos inconvenientes su padre los denominó “unos cuantos tropiezos para que él valorara lo que al final obtendría“. Y ya empezó a obtener sus frutos, promediando en Laney High un triple-doble (29,2 puntos, 11,6 rebotes y 10,1 asistencias).

Salto a la Universidad

Al recibir una beca de la Universidad de North Carolina en 1981 para especializarse en Geografía, esta trabajó mucho por ocultarlo porque no era aún muy conocido y querían mantenerlo así. Ellos sabían que se encontraban con un jugador que iba a conseguir todo en un futuro, una persona especialmente cualificada. Además, el equipo de baloncesto de esta universidad estaba entre los de la élite, liderados por James Worthy, e iba a estar difícil que jugase. Pero eso fue todo un reto para él: “Les voy a demostrar que puedo jugar”.

Perder le empezó a molestar mucho, se convirtió en su mayor odio. Tras una racha de derrotas en los llamados Tar Heels, por su aplomo y astucia comenzó a demostrar sus mejores habilidades y se fue ganando un sitio en la pista, tanto que acabó siendo el mejor en su primer año, reconocido con el premio Freshman of the Year.

Trabajaba en verano no sólo para mejorar su físico, sino también para ganar confianza en sí mismo. Su voluntad de trabajo era mayor que la de los demás jugadores, y se preocupaba, según su entrenador por aquél entonces Dean Smith, más por ti como persona, y eso trascendía en la cancha con los compañeros. Así, en la siguiente temporada fueron campeones de la NCAA ante los Georgetown Hoyas de Patrick Ewing con canasta ganadora en suspensión del propio Jordan.

Pasó tres años como universitario llevándose numerosos premios y reconocimientos, y se presentó al draft de 1984 donde fue seleccionado en tercera posición tras Hakeem Olajuwon (Houston Rockets) y Sam Bowie (Portland Trail Blazers). Pero no piensen que abandonó los estudios ante su inminente llegada a la NBA, pues en 1986 volvió a estudiar para graduarse finalmente en Geografía.

Carrera profesional: inicios en la NBA

El salto a la NBA fue un simple avance para él: “Es el momento de continuar al siguiente nivel y cumplir con un nuevo desafío”. Siempre tenía la necesidad de apelar de sí mismo una norma más allá de él. Él era el que se obliga, el que se exigía más que nadie.

El primer año que vivió en Chicago lo pasó junto a su madre, la cual se trasladó por voluntad propia: “Lo hice para asegurarme que mantuviera la cabeza en su lugar”. Michael tenía talento natural, pero su forma de ser le obligaba a trabajar mucho para pulir sus habilidades como si fueran “piedras preciosas”.

Carrera profesional: Metas

Su meta principal fue llegar a ser el mejor haciendo las cosas paso a paso, ya que no concebía otra manera para lograr las cosas: “Si cumples con el trabajo obtienes recompensas. En la vida no hay atajos”.

Siempre se ha propuesto metas a corto plazo, metas realistas concentrando toda su atención en ellas, y afirmaba que cada meta era lograda en función de haber cumplido con los pequeños objetivos que hay que conseguir durante el camino hasta llegar a la meta última y más importante: “Cada pequeño triunfo me hizo ganar un poco más de confianza. Este sistema se podría aplicar a cualquier actividad”.

Esto lo comparaba con un rompecabezas: “Todos los pasos preliminares son como las piezas de un rompecabezas. Al unirse forman una imagen. Si éste llega a completarse, has logrado tu propósito. Si falta una pieza no te desanimes. No todos pueden completar la imagen, pero si se convertirá en uno de los mejores, en hombre de éxito. Sólo podemos vencernos a nosotros mismos y esto es lo primero que se debe hacer”.

Y así, después de varias temporadas sin éxito en equipo pero sí con éxitos individuales, se forjaría la leyenda que es actualmente. Con la cabeza centrada y con mucho trabajo y sacrificio extra, demostró sus enormes cualidades y aptitudes y en su año rookie promedió 28’2 puntos acertando el 51’5% de los tiros de campo.

En su segundo curso, una lesión en el pie le hizo ausentarse durante la regular season, y ya en playoffs volvió para agenciarse de la mayor puntuación en un partido de postemporada con 63 puntos. Fue ante los Boston Celtics de Larry Bird que revalidaron el título en aquél 1986, y el alero declaró ante la asombrosa actuación: “he visto a Dios disfrazado de jugador de baloncesto“.

La tercera temporada de Jordan forjó al único jugador junto a Wilt Chamberlain que anota más de 3000 tantos en una temporada, y ya en su cuarto año, con una media de 35 puntos, alzó su primer MVP de regular season y el reconocimiento al mejor defensa de la liga, con promedios de 1’6 tapones y 3’16 robos de balón. Sin embargo, los Bulls aún no lograban acechar el anillo con la sombra de los Bad Boys en los Detroit Pistons de uno de los mayores “enemigos” de Jordan, Isiah Thomas.

Carrera profesional: Temores

Al pensar en las consecuencias, Michael cree que siempre se piensa en un resultado negativo: “Si acepto cualquier reto siempre pienso que lograré el éxito. Jamás pienso en lo que sucederá si fracaso”. Su miedo al fracaso decía que “surge de la confusión o al pensar en la posibilidad de obtener un resultado negativo; puedes tener miedo de quedar mal o de hacer el ridículo“.

Para Jordan, el temor no era más que una ilusión: “Si logro algo en la vida, tiene que ser agresivo. Nada sucedería si no saldría a la calle y luchara por alcanzar mi meta, siendo pasivo. Parece que hay un obstáculo en el camino pero en realidad no existe. Lo que si existe es la oportunidad de hacer el mejor esfuerzo y obtener éxito”. Si su mejor esfuerzo no es suficiente, no tendría que mirar atrás y decir que tuvo miedo de intentarlo. Por lo tanto, el fracaso siempre le ha fortalecido para la siguiente prueba. “Cada vez que intento algo y fallo me acerco a la respuesta correcta”. Además, Michael Jordan ha manejado bien la fama y el éxito, pues ha usado su poder no para elevarse a sí mismo, sino “para extenderse en sí mismo“.

Así, desde que llegó el “23” en la temporada 1984/1985 a los Bulls, estos clasificaron siempre a playoffs, dejándonos actuaciones y momentos para la historia como “The Shot” frente a los Cavaliers de Craig Ehlo. Pero perdieron tres veces seguidas en Primera Ronda, una Semifinal de Conferencia con los Pistons y dos Finales de la NBA frente a la franquicia de Michigan, la cual había instaurado el llamado Jordan Rules: posicionar dobles o triples defensas al escolta cuando tenía la posesión del balón. El temor de no lograr un anillo se apiadaba de Jordan.

Carrera profesional: Los desafíos

Ante las situaciones difíciles, Jordan trataba de situarse mentalmente en un lugar familiar, relajándose y tranquilizándose. Así, al hacer un tiro o una jugada difícil y con presión, para él sería un mero entrenamiento lo cual había hecho un montón de veces. “Si usted ha hecho todo lo necesario, el resultado no estará en sus manos, independientemente de que la presentación le guste o no a los clientes, eso depende de ellos”. Jordan aceptaba el fracaso, pero no que no se intentaran las cosas.

Los contrarios difíciles eran un desafío y motivación para él, le hacían trabajar más. Michael provocaba a sus contrincantes para que sean mejores: “Si no levantas tu nivel para competir conmigo, te voy a dominar por completo y voy a decirte tonterías y a hablar de ti mientras te domino. Esto lo hago pero con cuidado de no rebasar la línea”. “Para mí es más fácil jugar como visitante porque se espera que pierdas. Ése es un desafío y me anima”. Esto a la postre se tradujo en problemas e intentos de desacreditarlo, pues aficionados, prensa y los propios jugadores veían que con esa actitud el posible mejor jugador de la historia se iba a quedar en un simple jugón de muchas habladurías y sin anillos.

Así, con un Michael totalmente enfurecido y motivado ante la presión mediática, Chicago lograría su primer título desde 1975 en la temporada 1991, habiendo aplastado a los Pistons en la Final de Conferencia en cuatro encuentros invalidando por completo la Jordan Rules con un juego en equipo muy mejorado, y batiendo a los Lakers de Magic Johnson en cinco juegos de la Final. Mítica la jugada del rectificado “The Move“:

Al año siguiente repetirían título venciendo en la final por 4-2 a los Portland Trail Blazers de Clyde Drexler, y los Bulls finalizaron esta etapa gloriosa con su primer “three-peat“. Jordan no consiguió su tercer MVP seguido por culpa de Charles Barkley, su rival a posteriori en las Finales ante los Phoenix Suns, y esto fue un plus de motivación para cosechar su tercer anillo consecutivo en seis partidos.

Un claro ejemplo de los desafíos que asumía Jordan con sus rivales de estimulantes fue el encuentro ante los Washington Bulltets de la temporada 1993, donde LaBradford Smith le propició 37 puntos. En el siguiente enfrentamiento entre ambos, un compañero de equipo lo retó para que se vengara anotando lo mismo en la primera parte, y sin dudarlo, Michael aceptó, y consiguió 36 tantos en los dos primeros cuartos para finalizar con 47 puntos, dejando a Smith en 15: “No estaba enojado, sólo lo tomé de forma personal. Quería reivindicarme”.

Carrera profesional: Trabajo en equipo


Los partidos se ganan con talento, pero los campeonatos se ganan con trabajo en equipo e inteligencia”. Jordan afirmaba que “nuestra sociedad tiende a convertir los niveles individuales en éxito en cuestión clamorosa, sin considerar el proceso en su totalidad“.

Si usted no pone a cada pieza en su lugar, particularmente en las bases, de nada sirve la idea. Domina una tendencia a ignorar o faltar al respeto a las partes que permiten el funcionamiento del todo”.

Este compañerismo y trabajo en equipo lo consiguió el entrenador Phil Jackson, con el que empezaron a ganar campeonatos. Cada uno tenía un rol que desempeñar, sus responsabilidades y capacidades, y así emprendió a uno de los mejores equipos de la historia con Scottie Pippen, Horace Grant, B.J. Armstrong, Bill Cartwright, John Paxson y el propio Jordan, entre otros.

Carrera profesional: Lo básico


Jordan siempre ha dicho que “en el instante mismo que uno se aleja de lo básico, los cimientos se debilitan hasta derrumbar toda la estructura. Pero al no saber cómo aplicarlas a una situación particular, ¿de qué les sirven? ¿Para qué sirve memorizar los libros si no se aprende nada?”.

A muchas personas no les interesa este tema. Buscan buenos resultados, instantáneos, y deciden saltarse unos cuantos escalones; llegará un momento en que todo quedará al descubierto”.

Michael decía que cuando logras comprender el uso de los ladrillos, por ejemplo, comienza a comprender cómo funciona todo el proceso de construcción, permitiéndole obrar inteligentemente: “Para aprender a triunfar primero tienes que aprender a fallar. De esta manera alcanzarás el éxito”. Así se demostró tras seis años en activo con Chicago pero de sequía, hasta que logró tres anillos seguidos, y también cuando cometió el error de retirarse y probarse en béisbol.

Primera retirada: carrera en béisbol y los vicios

Tras tantos años de éxito, Michael sentía la  necesidad de apartarse por un tiempo para descansar, y decidió anunciar su retirada el pasado 6 de octubre de 1993. Además, el asesinato de su padre en julio de ese año, le hizo cumplir una promesa al que él llamaba “su mejor amigo”:  el béisbol.

Esta década de los 90, al margen del baloncesto, Jordan comenzó con adicciones como el póker, lo que le hizo perder mucho dinero. Como consecuencia, tras fracasar al no dar todo de sí mismo con el bate junto a los Chicago White Sox, quienes les mandaron tras solo 17 encuentros a su equipo afiliado en las ligas menores (Birmingham Barons); y verse potenciado sus vicios al estar lejos de las canastas, se replanteó sus  ideas: “Empecé a echar de menos el baloncesto. Fue el béisbol mi época para evaluar mi dedicación al basket”.

Pero el gran Michael nunca olvida sus principios. Este tiempo fuera de las canastas le sirvió de crecimiento personal y madurez, demostrándolo en su regreso posterior a la NBA, donde realizó sus momentos más emocionantes aún si cabe.

El regreso a la NBA

Regresó el 18 de marzo de 1995 diciendo en rueda de prensa simplemente: “He vuelto”. Con 35 años, tras lo que el llamó un descanso mental, decidió volver por extrañar a sus queridos y a la atmósfera que crea la mejor liga de basket.

Afirmó que el sólo disfrutaba del juego: “Todo es diversión. Durante nueve años seguidos jugué por diversión. Se dio que ganáramos campeonatos”. Por eso, sólo quería regresar para volver a disfrutar.

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Pero también tuvo duras críticas por continuar jugando a esa edad, a las que respondía lo siguiente: “Eso les demuestra a los incrédulos y a mucha gente, que la fortaleza mental y el corazón son aspectos más fuertes que alguna de las ventajas físicas que puedas tener. El deseo siempre va a estar ahí,  porque si no lo está, significa que no había amor por el juego“.

En su primera temporada tras el parón llevó a los Bulls a las Semifinales de Conferencia ante Orlando Magic, pero en el partido decisivo perdió dos balones dejando la victoria de lado de los de Florida, y el escolta de los Magic Nick Anderson declaró “No se parecía al Michael Jordan de los viejos tiempos“.

Motivado por la eliminación en Playoffs, volvió a usar el dorsal retirado número 23 y se entrenó intensamente en el verano de 1995, y ahora junto a su nuevo compañero Dennis Rodman comandaron a los Bulls a la mejor temporada de la historia (72-10) hasta que recientemente los Warriors han batido la marca de victorias en la 2015/2016.

En esa campaña la franquicia de Illinois inició su segundo “three-peat“, superando en las finales a los Seattle SuperSonics de Gary Payton y Shawn Kemp.

Carrera profesional: Compromiso

Resultado de imagen de michael jordan champion 1996Jordan al salir de las preparatorias tenía un gran sentido del compromiso. De no ser así, si su deseo de triunfo hubiese sido menos intenso, habría tomado otro camino más fácil pero sin duda mucho menos exitoso. “El compromiso con mis metas determinaba cada acto. Quería descubrir las cosas por mí mismo. Si uno se pone a trabajar, los resultados llegarán tarde o temprano”.

Me concentro en los entrenamientos tanto como en los juegos. Por esto, muchos fallan. Hablan como si estuvieran comprometidos para dar lo máximo de lo que son capaces, pero cuando llega el momento de la verdad buscan razones y no respuestas“.

Como ejemplo tenemos la espeluznante actuación en las Finales de la campaña 1996/1997 frente a los Utah Jazz de Karl Malone y John Stockton. El quinto partido, Jordan estaba de baja por enfermedad, aún así, al ver a su equipo que iba perdiendo y con la eliminatoria igualada (2-2) jugó con fiebre, y dijo lo siguiente: “Si yo me doy por vencido, entonces ellos se rinden. A pesar de lo mal o cansado que estaba, sentí una obligación con la ciudad y con el equipo. Tengo el verano para recuperarme. Además, yo hasta que no gano no me siento conforme conmigo mismo”. Anotó 38 puntos esa noche y ganaron 90-88, después viajaron a Chicago para el sexto encuentro, vencieron con asistencia final de Michael a Steve Kerr y se adjudicó su quinto anillo.

Carrera profesional: Liderazgo

Si sus palabras no están respaldadas por el buen rendimiento y el trabajo duro, no sirve para nada”. Jordan siempre ha tratado de ser líder con el ejemplo: “Nunca uses las palabras para fundamentar su liderazgo ya que éstas no significan tanto como la acción“.

Aunque podían apoyarse en mí, si mis compañeros de equipo me fallaban en el partido, no sacrificaba el juego para hacer sentir bien a los demás jugadores y ganar. Me reservaba el derecho de controlar para que aprendan de sus errores”.

Michael afirmaba que el liderazgo implica ser el mejor jugador e incluso el más inteligente de la clase o el más popular, además de que tiene que ganarse el respeto de quienes lo rodean predicando con el ejemplo. “Pueden decir lo que quieran, pero si sus palabras no están respaldadas con desempeño y trabajo duro, no sirve para nada”.

Resultado de imagen de jordan vs utah jazzSi era el mejor, me propuse que todos estuvieran conscientes de que todos esos privilegios eran resultado del trabajo duro, y de mostrar mis habilidades en cualquier lugar”.

Además, ser el líder no hizo que dejara de pensar en el equipo: “Debo estar dispuesto a sacrificar ciertas metas individuales en el caso de ser necesario para el bien del equipo“. Para los que no lo crean, en toda su temporada ha promediado 5’3 asistencias, y aún más en los partidos decisivos, en los Playoffs, 5’7 pases anotadores por encuentro.

Así, con Michael de absoluto e indiscutible líder de estos Bulls, sumaron su tercer anillo consecutivo en 1998, apabullando en la tercera noche de las Finales frente nuevamente a los Utah Jazz por 96-54, el marcador más abultado de una final NBA: “si el rival está mal, hay que seguir atacándole“. Además, Chicago consiguió el sexto título en 8 años con canasta sobre la bocina de Jordan, una jugada que pasó a la historia.

Segunda vuelta y retiro definitivo

Después de su vuelta y conseguir 3 anillos más con espectaculares jugadas en los últimos segundos, todo apuntaba a la retirada definitiva de Michael, y lo hizo el 13 de enero de 1999.

Semanas después, volvió a la NBA pero como Presidente de Operaciones de los Washington Wizards. Sin embargo, un año después, influenciado por su amigo de la NHL que reapareció en la competición, Mario Lemieuw, Jordan, “obligándose a sí mismo” para continuar con su vida esforzada, puesta siempre a superarse a sí misma, decidió volver a jugar, y sería con el equipo donde tenía cargos funcionarios: los Wizards. El sueldo conseguido lo donó a las víctimas del atentado del 11-S. Se preparó durante la primavera y el verano de 2001 en Chicago con otros jugadores de la NBA para su segunda vuelta.

Esos 2 años los Wizards estuvieron entrenados por su antiguo entrenador Doug Collins, y liderados por Jordan, que a pesar de sus 40 años demostró lo bien que sabía jugar al baloncesto. En su último curso promedió 20 puntos, 6’1 rebotes, 3’8 asistencias y 1’5 robos, habiendo jugado los 82 encuentros, siendo sus últimos minutos en Philadelphia donde fue ovacionado durante más de tres minutos, ante los 76ers el 16 de abril de 2003. “We Want Mike”.

Tras estas dos temporadas en el equipo de la capital, se retiró definitivamente, pero dejando claro que nunca dejará de querer el basket: “Incluso cuando sea viejo y gris, no seré capaz de jugar, pero todavía seguiré amando al juego”.

Cerramos este artículo con las mejores frases de Michael Jordan durante su carrera y que definen claramente su gran personalidad:
  • HUMILDAD: “Nunca me consideré con la suficiente fuerza en la toma de decisiones o ser una influencia en los negocios. Lo que pasa es que, por algún motivo, el público y las corporaciones aceptaron mi personalidad.
  • ACCIÓN:“No tienes que salir en televisión para ser un líder en toda la extensión de la palabra. Cada barrio, negocio, familia, necesita un líder real. Sobran personas que hablen pero falta quien predique con el ejemplo”.
  • EQUIPO: “Sé egoísta y humilde: para triunfar tienes que ser egoísta, o sino nunca lo lograrás; y una vez que consigues tu máximo nivel, entonces tienes que ser generoso. Mantenerte alcanzable. Ser cercano. No aislarte del conjunto”.
  • COMPROMISO: “No quiero defraudar a mis fans. Esos segundos son los únicos que tienen para verme así que voy a dar todo lo mejor de mí”.
  • SACRIFICIO: “He fallado una y otra vez en mi vida y es por eso por lo que tengo éxito”.


Según un estudio realizado por el CIES Football Observatory, una fundación privada suiza asociada a la Universidad de Neuchatel y que se dedica al análisis estadístico del fútbol, el astro argentino

Lionel Messi, es el jugador más caro del planeta. De acuerdo al estudio, el crack del FC Barcelona costaría €220 millones ($262 millones), 87 millones de euros más que el segundo en la lista, el súper crack portugués del Real Madrid, Cristiano Ronaldo con €133 millones ($158 millones). Llama la atención el tercer lugar de la lista, el futbolista belga del Chelsea Eden Hazard, con un valor de mercado de €99 millones ($118 millones). Aquí está la lista de los TOP-15 jugadores de fútbol más valorados del mundo:

1. Lionel Messi – €220 millones ($262 millones) – FC Barcelona
2. Cristiano Ronaldo – €€133 millones ($158 millones) – Real Madrid
3. Eden Hazard – €99 millones ($118 millones) – Chelsea
4. Diego Costa – €84 millones ($100 millones) – Chelsea
5. Paul Pogba – €72 millones ($86 millones) – Juventus
6. Sergio Agüero – €65 millones ($77 millones) – Manchester City
7. Raheem Sterling – €63 millones ($75 millones) – Liverpool
8. Francesc Fábregas – €62 millones ($74 millones) – Chelsea
9. Alexis Sánchez – €61 millones ($73 millones) – Arsenal
10. Gareth Bale – €60 millones ($71 millones) – Real Madrid
11. Neymar Júnior – €58 ($69 millones) – FC Barcelona
12. Ángel Di María – €57 millones ($67 millones) – Manchester United
13. Mario Götze – €52 millones ($61 millones) – Bayern München
14. James Rodríguez – €50 millones ($59 millones) – Real Madrid
15. Oscar dos Santos – €50 millones ($59 millones) – Chelsea

1 Tesalonicenses 1:3
acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo.

Con el apodo de “Money (Dinero)”, no es de sorprender que la súper estrella del boxeo Floyd Mayweather Jr. haya sido nombrado el atleta mejor pagado en el 2014 por la revista Forbes.
De acuerdo a la revista Forbes, Mayweather de 37 años, ganó la friolera de $105 millones (€77.5 millones) el año pasado, ganándole al futbolista Cristiano Ronaldo el primer lugar, y con la estrella del baloncesto, LeBron James en tercero.
El boxeador Nº 1 del planeta, quien ha ganado todas sus 46 peleas como profesional, ganó el “dinero” en sus últimas dos peleas, en contra de Saul “Canelo” Alvarez y Marcos Maidana. Mayweather también lideró la lista en el 2013 con $85 millones (€62.7 millones), superando a Tiger Woods quien había ocupado el primer lugar la década anterior.
El campeon dijo:
“Me siento humilde y extremadamente afortunado de ser reconocido por Forbes como el atleta mejor pagado una vez más,” “Estoy haciendo algo que ningún otro atleta ha hecho, promoviéndome y viendo que mi trabajo está pagando en números récord.  Se trata de trabajar fuerte y de tener dedicación, que es tan importante y una parte clave de mi éxito financiero.”

Aquí mostramos la lista de los 10 Atletas Mejor Pagados del Mundo 2014:

10. Matt Ryan – Fútbol Americano

Salario: $42 millones (€31 millones)
Endosos: $1.8 millones (€1.3 millones)
Total: $43.8 millones (€32.3 millones)

9. Rafael Nadal – Tenis

Salario: $14.5 millones (€10.7 millones)
Endosos: $30 millones (€22.1 millones)
Total: $44.5 millones (€32.8 millones)

8. Phil Mickelson – Golf

Salario: $5.2 millones (€3.8 millones)
Endosos: $48 millones (€35.4 millones)
Total: $53.2 millones (€39.2 millones)

7. Roger Federer – Tenis

Salario: $4.2 millones (€3.1 millones)
Endosos: $52 millones (€38.3 millones)
Total: $56.2 millones (€41.4 millones)

6. Tiger Woods – Golf

Salario: $6.2 millones (€4.5 millones)
Endosos: $55 millones (€40.6 millones)
Total: $61.2 millones (€45.1 millones)

5. Kobe Bryant

Salario: $30.5 millones (€22.5 millones)
Endosos: $31 millones (€22.9 millones)
Total: $61.5 millones (€45.4 millones)

4. Lionel Messi – Fútbol

Salario: $41.7 millones (€30.8 millones)
Endosos: $23 millones (€16.9 millones)
Total: $64.7 millones (€47.7 millones)

3. LeBron James – Baloncesto

Salario: $19.3 millones (€14.2 millones)
Endosos: $53 millones (€39.1 millones)
Total: $72.3 millones (€53.3 millones)

2. Cristiano Ronaldo – Fútbol

Salario: $52 millones (€38.4 millones)
Endosos: $28 millones (€20.6 millones)
Total: $80 millones (€59 millones)

1. Floyd Mayweather – Boxeo


Salario: $105 millones (€77.5 millones)
Endosos: $0 millones
Total: $105 millones (€77.5 millones)

Romanos 15:5-6
Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, 6 para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.

Cuando la vida de alguien agrada al Señor, hasta sus enemigos están en paz con él. Proverbios 16:7 

  • Warren Buffett dará mil millones de dólares a la persona que acerte los ganadores de todos los cruces de la NCAA

1.000 millones para el que acierte los resultados de la NCAA
Saber invertir.com
Warren Buffett / FOTO: GETTY IMAGES

Warren Buffett, uno de los hombres más ricos del mundo, dará mil millones de dólares a la persona que acerte todos los ganadores de todos los cruces del 'March Madness' de la NCAA. Se trata de una gran cantidad de dinero, pero también de un reto difícil, ya que intervienen 64 equipos que se juegan el título en sucesivos encuentros a partido único y las sorpresas son la nota predominante todos los años. Matemáticamente, las opciones son de una entre 9,2 millones de billones. Por ejemplo, en el torneo de la pasada temporada se hicieron 8,1 millones de apuestas a través de la cadena ESPN y ninguna fue la correcta.

Buffet, de 83 años de edad, accionista mayoritario y director ejecutivo de Berkshire Hathaway y poseedor de una fortuna personal estimada en 58.000 millones de dólares, se ha aliado con Dan Gilbert, propietario de los Cleveland Cavaliers para lanzar esta iniciativa. Si hay algún ganador, éste no recibirá el premio de golpe, sino en 40 pagas anuales de 25 millones cada una. Además, hay premios de 100.000 dólares para las 20 personas que no acierten pero que más se acerquen a los resultados finales.

Los que quieran probar suerte para esta apuesta, llamada 'Quicken Loans Billion Dollar Bracket', lo podrán hacer registrándose a partir del próximo 3 de marzo. Eso sí, tienen que ser mayores de 21 años, estadounidenses y ser uno de los primeros 10 millones que se inscriben. “Millones de personas hacen sus pronósticos cada mes de marzo. ¿por qué no intentarlo y ser 1.000 millones de dólares más rico haciendo lo mismo?”, manifestó Buffet.

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“Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;” 1 Pedro 2:9

Cuando la vida de alguien agrada al Señor, hasta sus enemigos están en paz con él. Proverbios 16:7 

Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas.  Jeremías 9:23

A propósito de haberse cumplido 25 años, el pasado 11 de septiembre, de que Pete Rose rompiera la marca  de más hits de por vida en las Grandes Ligas, traemos los que, a nuestro entender, son los 10 "récords irrompibles" en las Grandes Ligas.
Antes de ver los 10 Récords más difíciles de romper (de por vida) hay que hacer algunas aclaraciones:
a) Aunque son considerados como "récords" algunas hazañas logradas de manera casual, como los dos cuadrangulares con las bases llenas en un mismo inning, y ante un mismo lanzador de Fernando Tatis; en este artículo no tomaremos en cuenta esta clase de acontecimientos fortuitos. 

b) Solamente mencionaremos récords logrados en una temporada completa o de por vida, y nos limitaremos a las Grandes Ligas. 
Decimos esto de las Grandes Ligas porque hay algunas hazañas que se han logrado en ligas profesionales y que muchos podrían pensar que algunas de estas marcas se nos han pasado. 

Tal es el caso de los tres jonrones en un inning logrados por Gene Rye en 1930, jugando para el conjunto Cachorros de Waco en la Liga  de Texas. 
También los ocho cuadrangulares en un partido de Nig Clarke, en 1902, jugando para el equipo de Corsicana Oil Citys en la Liga de Texas. 

Record más difíciles de romper en Grandes Ligas (de por vida). 

1) Las 511 victorias de Cy Young. 
"Imposible" es una palabra que no nos gusta utilizar, pero si hay algo en el béisbol difícil de lograr son las 511 victorias de Cy Young. 
Si esta marca no fue quebrada en los tiempos en que los pitcher lanzaban en días seguidos y abrian sobre los 40 juegos al año, pues mucho menos se podrá lograr en esta época en la que rara vez un lanzador comienza sobre los 35 partidos por temporada. Si ganar 20 en un año es una tarea difícil para cualquier lanzador, entonces imagínese lo que sería promediar 20 ganados por más de 25 años seguidos y así entenderá el porqué del uso de la palabra "imposible" al comenzar a hablar de este récord. 

2) Los 2,632 juegos consecutivos de Cal Ripken. 
Sin dudas que para una carrera completa este debe de ser el récord más difícil de superar para un beisbolista. 
Sólo con pensar que para lograr jugar 2,632 juegos seguidos un pelotero tiene que estar presente en todos los encuentros de su equipo por un espacio de 16 campañas, hace de esta marca algo simplemente inalcanzable. 
Lou Gerith, con 2,130 juegos jugados en forma seguida, está detrás de Ripken y se mantuvo al frente hasta que este último lograra romper la marca en 1995. 

3) 5,714 ponches de Nolan Ryan. 

Para un lanzador conseguir 5 mil ponches tendría que abanicar 250 hombres en 20 temporadas. ¡Imagínese ponchar a 5,714! 
Randy Johnson, con 4,875 ponches, es segundo después de Ryan y junto a Rogers Clemens (4,672) y Steve Carton (4,136) son los otros lanzadores que han abanicado más de 4 mil contrarios. 

4) Promedio de bateo de .366 de Ty Cobb. 

Batear por encima de .300 en una temporada da a cualquier jugador un status de "bateador fino" y el que logra un promedio por encima de .330 se considera como un bateador de élite. 
Pero batear de por vida .366 es simplemente algo casi imposible de repetir. 
De hecho, Ty Cobb es el único jugador en las Grandes Ligas que ha tenimdo un promedio vitalicio por encima de .360. 
Solamente otros dos jugadores, Rogers Hornsby (.358) y el proscrito del béisbol, Joe Jackson (.356), han podido acumular promedios de por vida por encima de los .350 (esto es equivale a 3.5 hits cada 10 turnos). 

5) Los 7 No-hitters de Nolan Ryan 

Tirar un partido sin hit es algo tan difícil que lanzadores de la calidad de Rogers Clemens, Greg Maddux, Steve Carlton, entre otros, nunca pudieron conseguir uno. 
Sin embargo, Nolan Ryan lanzó un total de siete partidos sin hits en su carrera de 26 años en las mayores. 
Como dato curioso hay que decir que Nolan Ryan ostenta el récord de más no-hitters rotos después del séptimo inning con 24.sandyKoufaz, quien tiró cuatro partidos sin hits, es el segundo en el departamento de "ho-hitters" lanzados de por vida. 

6) Los 749 juegos completos de Cy Young 

Pensar que alguien pueda tan siquiera acercarse a esta marca es algo ridículo. 
En la actualidad si un pitcher comienza 35 juegos es considerado un lanzador consistente. Pues para que se tenga una idea de lo difícil de esta marca sólo hay que ver que un serpentinero tendría que trabajar en las mayores por 22 campañas a razon de 35 juegos completos por año, o sea todos los juegos que comience… ¿Fácil? 
Nuestro Juan Marichal completó 244, más de la mitad de los juegos que inició (457) y más de los juegos que ganó (243) 

7) Los 4,256 hits de Pete Rose. 

Desde que Ty Cobb se retirara en 1928 con la marca de más hits de por vida (4,191), sólo Stan Musial (3,630) y Hank Aaron (3,771) pudieron terminar por encima de los 3,500 hits. 
Pero Pete Rose, quien jugó igual cantidad de temporadas que Cobb (24) quebró la marca de este último el 11 de septiembre de 1985 cuando disparó su inatrapable número 4,192 de por vida. 
No es fácil durar 20 años en las Grandes Ligas y, si es que se tiene la suerte de ser tan duradero, habría que promediar 200 hits durante 20 años para poder conectar 4 mil indiscutibles… Nada Fácil. 

8) Las 110 blanqueadas de Walter Johnson.

En los últimos 20 años ningún lanzador ha podido tirar más de cinco blanqueadas en una temporada. 
Si tomamos esto como parámetro, entonces un pitcher tendía que trabajar durante 22 campañas y tirar cinco blanqueadas en cada una de ellas para lograr las 110 que consiguió Walter Johnson. 

9) Las 2,297 remolcadas de Hank Aaron 

Son varios los jugadores que han comenzado con una buena projección para quebrar la marca de más empujadas de por vida, pero en algún punto de sus carreras llegan las lesiones o las caídas repentinas. 
En la actualidad Alex Rodríguez, con 1,811 empujadas (incluyendo la campaña del 2010) es el único jugador activo con chances reales de alcanzar a Aaron y muchos aseguran que éste podría ser quien quiebre esta marca 
Pero Alex tiene ya 35 años y sus números de las últimas tres campañas muestran que va en clara decadencia. 
omando en cuenta que termine la campaña del 2010 con 1,820; entonces A-Rod necesitaría jugar al menos cinco temporadas más y promediar 96 por año para dejar en segundo lugar a Hank Aaron en la lista de empujadas de todos los tiempos. 

10) El porcentaje de Slugging de .690 de Babe Ruth 

Pocas estadísticas hablan tan claro de un bateador como lo hace el Slugging. 
El 47% de los indiscutibles de Ruth fueron extra bases (714 jonrones, 136 triples y 506 dobles) para un total de bases alcahazadas 5793, lo que lo convierte en el mejor slugger de todos los tiempos. 
Ted Williams ocupa un lejano segundo lugar con .633 y junto a Lou Gehrig (.632), Albert Pujos (.624), Jimmie Fox (.607), Hank Greensberg (.605) son los otros seis jugadores con slugging por encima de .600.¿Quieres más? 
- Las 53 temporadas consecutivas como manager de Connie Mack 
- Los 309 triples en su carrera de Sam Crawford 
- Los 2 cuadrangulares con las bases llenas en una misma entrada y al mismo lanzador disparados por el dominicano Fernando Tatis 
- Los 3 ponches recibidos por Joe Seweell en una temporada completa 
- Las 41 victorias en una temporada obtenidas por Jack Chesbro 
- Las 1,406 bases robadas en su carrera por Ricky Henderson 
- Los 61 años de Vin Scully narrando los juegos de Los Dodgers de Los Angeles 
- Los 36 triples disparados por Chief Wilson en el 1912 
- El liderato de bateo de 426 por Nap Lajoie en el 1901 
- Los 119 extra-bases conectados por Babe Ruth en el 1921 
- Las 177 carreras anotadas por Babe Ruth en el 1921 
- Las 191 carreras empujadas por Hack Wilson en el 1930 
- Los 56 partidos consecutivos bateando de hit de Joe Dimaggio 
- Los 762 HR disparados por Barry Bonds en su carrera 
- Los 73 HR disparados por Barry Bonds en el 2001 
- La efectividad de 1.82 en su carrera de Ed Walsh 
_Los 259 hits en una temporada disparados por Ichiro Suzuki en el 2004 
- Las 2,295 carreras anotadas por Ricky Henderson en su carrera 
- Las 2,190 bases por bolas recibidas por Ricky Henderson en su carrera 
- Los 792 dobles disparados por Tris Speaker en su carrera 
- Los 67 dobles disparados por Earl Webb en el 1931 
 Pues para mí, el vivir es Cristo y el morir es ganancia. Filipenses 1:21

"Cristo viene"

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Los tiempos han cambiado y el béisbol  también. Hoy el juego de las cuatro bases no es el mismo que ayer. En sus inicios, un pitcher podía abrir 40 o más partidos en una temporada y completarlos casi todos. Eso, simplemente, resulta imposible que suceda en el siglo XXI.
Se han presentado algunas variaciones en el juego, los equipos necesitan proteger las enormes inversiones que hacen en peloteros, la medicina moderna también dicta una pauta y la estrategia ha cambiado sobre todo en lo referente al picheo . A diferencia del pasado, ahora los Jugadores tienen límites, actuaciones restringidas, que han convertido algunos records del béisbol en inquebrantables.
Y si bien es cierto que los records se hicieron para batirlos, a continuación nos atreveremos a presentar los 20 registros de Grandes Ligas  que, a nuestro juicio, serán indestructibles o en extremo difíciles de quebrar durante el paso de los años y a pesar del surgimiento de nuevas estrellas del béisbol.
20 .- Ed Reulbach, dos blanqueos en un mismo día
El 26 de septiembre de 1908 se produjo un hecho que difícilmente volverá a ocurrir. El pitcher Ed Reulbach, nativo de Detroit, Michigan, fue el abridor del doble juego que su equipo Cachorros de Chicago sostuvo ese día ante los Dodgers de Brooklyn y en ambos logró apuntarse un blanqueo.
19 .- Carl Hubbell, 24 victorias seguidas en temporada regular
Entre el 17 julio de 1936 y el 27 mayo de 1937, hilvanando una temporada con otra, el zurdo Carl Hubbell, de los Gigantes de Nueva York, logró 24 victorias consecutivas en la temporada regular sin pérdida alguna. Su registro global en ambas temporadas fue de 48-14. Sin embargo, él perdió el cuarto juego de la Serie Mundial  de 1936 ante los Yankees.
18 .- Johnny Vander Meer, dos juegos consecutivos sin hit
El 11 de junio de 1938, en el parque Crosley Field, el pitcher de los Rojos de Cincinnati Johnny Vander Meer lanzó juego sin hits ante los Bees de Boston. Cuatro noches después, el 15 de junio del mismo año y en su siguiente apertura, concretó otro partido sin imparables, esta vez frente a los Dodgers de Brooklyn en el Ebbets Field. Ningún otro serpentinero ha lanzado dos ‘no hitters' consecutivos en Grandes Ligas.
17 .- Ichiro Suzuki, 225 hits sencillos en una temporada
Conectar 200 hits en una campaña ya de por sí es difícil, pero para el connotado bateador japonés en realidad no ha sido tan complicado lograrlo. Suzuki ligó 262 imparables en la campaña de 2004, 225 de los cuales fueron sencillos. Ese año, Ichiro bateó 24 dobles, 5 triples y 8 jonrones.
16 .- Barry Bonds, 2.558 bases bolas por bolas recibidas
Bonds, el bateador que mayor número de jonrones ha conectado en grandes ligas  (762), también posee los registros de ligas mayores de bases por bolas (2.558), la de transferencias intencionales de por vida (688) y en una temporada (120 en 2004). Son otros records difíciles de batir.
15 .- Rube Marquard, 19 triunfos en fila
Richard William ‘Rube' Marquard, a quien muchos consideran el mejor pitcher zurdo de la historia, consiguió ganar 19 juegos consecutivos en la temporada de 1912 para los Gigantes de Nueva York. En esa campaña terminó con registro de 26-12 en 43 partidos, 38 de ellos como abridor.
14 .- Las 31 victorias de Bagby Sr., Grove y McLain
La mayor cantidad de triunfos en una temporada por un pitcher de Grandes Ligas en la llamada "era de la pelota viva", que data desde 1912 hasta el presente, la comparten Jim Bagby Sr. (Indios de Cleveland-1920), Lefty Grove (Atléticos de Filadelfia-1931) y Denny McLain (Tigres de Detroit-1968). Hoy un lanzador abridor inicia alrededor de 33 juegos por temporada.

12 .- Sam Crawford, 309 triples de por vida en 19 años
13 .- Tris Speaker, 792 dobletes en 22 temporadas 

Tristram Speaker, a quien apodaban 'El Águila Gris', ha sido uno de los más notables bateadores en la historia del béisbol, líder de todos los tiempos en dobles conectados con 792, una marca que luce inalcanzable si tomamos en cuenta que los jugadores activos que le siguen son veteranos: el puertorriqueño Iván  Rodríguez  572, con 39  años de edad, el venezolano Bobby Abreuy Todd Helton (554, ambos con 37 años).
El triple es el batazo inatrapable más difícil del béisbol, porque para alcanzar tres bases con una misma conexión impone velocidad del bateador- corredor, fuerza y habilidad. Esos eran los atributos de Sam Crawford, quien es el dueño de la marca de triples de todos los tiempos con 309, en su actuación de 19 años con Rojos de Cincinnati y Tigres de Detroit. Entre los activos Carl Crawford es líder con 112 en 10 temporadas.
11.- Orel Hershiser, 59 innings sin permitir carreras
El pitcher derecho Orel Hershiser tuvo una sensacional temporada para los Dodgers de Los Ángeles en 1988, cuando finalizó con balance de 23-8, 15 juegos completos y 8 blanqueos. Lo más impactante es que durante esa campaña logró lanzar 59 innings consecutivos sin permitir carreras a sus oponentes, un récord para las ligas mayores.
10.- Joe DiMaggio, 56 juegos seguidos con al menos un hit
‘El Yankee Clipper', como se conoció a DiMaggio, mantiene una de las marcas más apasionantes del béisbol: la de 56 juegos con al menos un hit conectado, que inició el 15 de mayo de 1941, cuando el jugador bateó un hit en cuatro turnos ante el pitcher de los Medias Blancas de Chicago Eddie Smith, y que concluyó el 17 de julio ante los Indios de Cleveland. Pete Rose ha sido el que más cerca ha estado del record, al completar 44 juegos seguidos con hit en 1978.
9.- Rickey Henderson, 1.406 bases robadas
Nadie ha corrido las almohadillas como él, pero para lograr esta aparente inalcanzable marca de 1.406 bases robadas, es necesario batear también muchos hits. No cabe la menor duda de que Henderson fue un gran toletero. En 1987, registró 130 bases estafadas, la segunda mayor en la historia del béisbol , sólo superada por las 138 que robó Hugh Nicol con los Red Stockings de Cincinnati, en 1881, en tiempos de la Asociación Americana.
8 .- Cal Ripken Jr., 2.632 partidos jugados en forma consecutiva
Entre el 30 de mayo de 1982 y el 19 de septiembre de 1998, Cal Ripken Jr. Se mantuvo en acción en todos los partidos que realizaron los Orioles de Baltimore a lo largo de todos esos años. Para mantenerse en el line up de un equipo por tanto tiempo sin fallar un solo día se necesita ser un gran pelotero y eso fue, precisamente, Ripken Jr., dos veces Jugador mas valioso (1983 y 1991) y en 19 ocasiones integrante del All Star  de la liga americana.
7.- Billy Hamilton, 192 carreras anotadas en 1894 
Se trataba de un outfielder de baja estatura (5'6" pies, 1,68 metros), de esos que ya los scouts de Grandes Ligas no se preocupan ni de ver. Sin embargo, Hamilton se destacó por su velocidad para correr las bases y su notable contacto con el madero. Promedió de por vida .344 y en la temporada en la que estableció el récord de 192 carreras anotadas bateó para .403. Esta marca está destinada a permanecer por siempre.
6.- Pete Rose, 4.256 hits 
Sólo dos bateadores en la historia de Grandes Ligas han superado los 4.000 hits: Pete Rose (4.256) y el legendario Ty Cobb (4.189). Y sólo 28 jugadores, entre quienes se incluyen Rose y Cobb, han conectado 3.000 o más imparables. Muy lejos a la distancia no se avizora algún artillero que pueda poner en peligro el record de Pete Rose. Este registro traspasa cualquier dimensión.
5.- Ty Cobb, .366 promedio de bateo de por vida
El ‘Melocotón de Georgia', el jugador insignia de los Tigres de Detroit durante 22 temporadas, acumuló promedio de por vida de .366, después de consumir 13.068 turnos con el bate. Cobb se retiró como pelotero después de jugar sus últimos dos años con los Atléticos de Filadelfia. Su legado como bateador será imborrable. En la lista de los toleteros con mejor average de por vida siguen Rogers Hornsby (.358) y el ‘Descalzo'Joe Jackson (.355), mientras que entre los activos están en el tope, hasta la campaña de 2011, el dominicano Albert Pujols (.328) e Ichiro Suzuki (.325)
4.- Charles ‘Old Hoss' Radbourn, 59 victorias en una campaña 
Ningún pitcher jamás podrá emular una temporada como la de Radbourn en 1884, cuando se adjudicó 59 de los 84 juegos ganados en aquel año por los Grises de Providencia, un club hoy desaparecido de la liga Nacional . En esa campaña lanzó en 75 partidos, 73 de ellos como abridor, los cuales completo todos. Bueno, eran otros tiempos, pero es el récord de Grandes Ligas y estará ahí para siempre, ¡indestructible!
3 .- Nolan Ryan, 5.714 ponches 
A diferencia de otras marcas, los mayores ponchadores se encuentran en épocas más recientes. Nolan Ryan, uno de los más grandes lanzadores de la historia, posee el récord de 5.714 ponches, seguido por el zurdo Randy Johnson, con 4.875. Enorme diferencia como para pensar que Ryan reinará por muchas décadas. ¿Y qué podemos decir de sus siete juegos sin hits ni carreras? Otra marca insuperable si advertimos que, otra leyenda del béisbol, Sandy Koufax es segundo con cuatro no hit no run.
2 .- Walter Johnson, 110 blanqueos
‘El Gran Tren', como se conocía a Johnson, logró 110 blanqueos en su carrera de 21 años en Grandes Ligas, asombrosa cantidad que luce muy difícil de rebasar en el béisbol de nuestro tiempo, en el cual los pitchers abridores completan menos partidos y son relevados con mayor frecuencia. Es otro récord que estará siempre vigente. Imagínense que el lanzador activo con mayor número de blanqueos es Roy Hadallay, quien suma 20 en 14 temporadas.
1 .- Cy Young, 511 triunfos en Grandes Ligas
Denton True Young o simplemente Cy Young, permaneció durante 22 temporadas en aquellos incipientes años de las mayores, en los cuales lanzó 906 partidos, 815 como abridor. Es el dueño de la marca de victorias con 511, que estará inalterable en el tiempo, como su récord de 749 juegos completos de por vida. Young posee otros seis registros para Grandes Ligas, incluyendo el de innings lanzados con 7.356. Este pitcher derecho tuvo que enfrentar a veteranos y jóvenes bateadores por igual, porque todos en su época jugaban el mismo béisbol. Por eso, sus perdurables marcas, como todas las que hemos presentado aquí, están más que validadas. Sin duda,El premio CY Young, que distingue al mejor lanzador de ambas ligas cada año, no puede tener un mejor nombre.

Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas.  Jeremías 9:23.

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