La gente hoy en día está tan entretenida en los quehaceres de esta vida que no le sobra tiempo ni para pensar en lo que será de ellos después de la muerte, porque muchos de ellos creen que han venido a este mundo para piedra, "Semilla", que nunca van a morir y, si mueren, se acabó todo.
Por eso, cuando se les invita para que asistan a la iglesia y se reconcilien con Dios, comienzan a poner excusas, como por ejemplo: "Tengo mucho trabajo", "no te apures, cualquier día me aparezco por allá", "ahora tengo muchos problemas que resolver", "ya casi estoy con ustedes", etc.
Amigo, todas estas excusas me hacen recordar muchas experiencias tristes que he tenido con muchas de estas personas.
Había un joven que estaba estudiando medicina y solamente le faltaban unos meses para obtener su licenciatura de doctor. Mientras este doctor se encontraba haciendo su internado en un hospital, tuve la oportunidad de presentarle a Cristo como su único y exclusivo salvador personal y le regalé algunos materiales bíblicos para que los leyera.
Este joven se sintió muy entusiasmado, ya que cada vez que nos veíamos, nos sentábamos a hablar de Cristo, hasta que comprendió que era un pecador y que tenía que aceptar a Jesucristo como su Salvador.
Amigo, este joven tenía tanto trabajo y tantas preocupaciones que, cada vez que lo invitaba a la iglesia, tenía una excusa que darme, y así estuvo hasta saber la triste noticia de que había pasado a la eternidad sin recibir a Jesucristo como su Señor y Salvador.
¿Sabe usted cuándo este joven fue a la iglesia?
Cuando lo llevó el coche fúnebre. Y de estos casos, yo les puedo contar más. Diariamente muchas personas pasan por esa misma amarga experiencia. Nunca fueron a la iglesia hasta que lo llevó el coche fúnebre. Amigo, hay un dicho que dice: Nadie sabe para quién trabaja, pero el final sí, es otro quien goza. Quizás tú seas uno de esos que tienen tiempo para todos, menos para buscar a Dios.
Hay muchas personas que se afanan en la vida por cumplir con sus compromisos; otros se afanan para hacerse ricos, pero cuando la muerte los sorprende, entonces lo que han almacenado, ¿de quién será?
Del que menos uno se imagina.
Por eso Jesucristo te dice: "Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y las demás cosas vendrán por añadidura" (Mateo 6:33). Y te continúa diciendo: "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta (del corazón), yo entraré a él, cenaré con él, y él conmigo" (Apocalipsis 3:20).
Amigo, no esperes que la funeraria te lleve a la iglesia; ve por tus propios pies, conviértete a Cristo, no importa tu condición espiritual, física o material; la sangre de Jesucristo te limpia de todo pecado (1 Juan 1:7). Cristo te ama y te quiere salvar.
Visita una iglesia en donde se predique el evangelio completo de Jesucristo, y entrégate a Él.
CRISTO VIENE PRONTO…
POR FAVOR, SALVA A UN ALMA HOY. Yo ya hice mi parte. Ahora es tu turno para expandir el evangelio. Dios los bendiga a todos.
Y POR FAVOR, NO TE OLVIDES DE COMPARTIR ESTE TRATADO. ESTOY ORÁNDOLE A DIOS PARA QUE TODOS LOS QUE LEAN ESTE TRATADO REFLEXIONEN Y SE SALVEN. POR FAVOR, ES URGENTE, NO SEA NEGLIGENTE; AYUDA A QUE LA GENTE LEA ESTE BOSQUEJO Y SE SALVE. DIOS TE BENDIGA.
Apocalipsis 22:12 He aquí, yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. Cristo viene…
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