La oración es un arma poderosa en nuestra manos para destruir fortaleza
En estos días postreros es un fundamento de victoria tener conocimiento
profundo de lo que
lo Oración eficaz envuelve, y ponerlo en práctica con
desesperación. La opresión del diablo se
vuelve cada día más profunda
contra la Iglesia del Señor y es necesario orar más, y en forma más
espiritual y poderosa. Para esta época Cristo dijo: " Vela, Ora en todo
tiempo si quieres escapar y estar en pie delante del Hijo del Hombre ".
Gloria a Dios . ( Lucas 21,36).
La oración es determinante para esos que quieren escapar. Para los que
tienen hambre y sed de recibir más de Dios. Para los que anhelan ser
cristianos victoriosos. Para los que desean dar batalla continua al
diablo derrotándolo en todos los frentes.
Daniel oraba tres veces al día ( Daniel 6, 10). Fue consejero de Reyes y
tuvo grandes visitaciones de Dios. Por causa de la oración lo echaron
en el foso de los leones pero éstos nada pudieron hacerle. ( Daniel 6,
16 - 22).
David - fue profeta y rey de Israel. Era varón conforme al corazón de
Dios. ¿ Cuál era su secreto ? Oraba tres veces al día con clamor,
lamento y lágrimas y Dios lo escuchaba. ( Salmo 55, 16).
El apóstol Pablo - Predicó a multitudes: Evangelizó a miles. Le predicó a
los reyes y gobernadores y Dios hizo milagros de todo tipo a través de
su ministerio. Nos dejó la doctrina del Señor para la Iglesia del Nuevo
Testamento. La Biblia dice que su vida era una vida de oración, ayuno,
vigilias y actividades espirituales de todo tipo. Oraba en el Espíritu
continuamente. (Efesios 6,18 ; 2 Corintios 6,5; I Corintios 14, 14-18).
Jesús - Venció al diablo. Cristo redimió toda la humanidad dando su
propia vida en sacrificio por el pecado. Resucitó de entre los muertos y
ahora está sentado a la diestra del Padre y tiene el Nombre que es
sobre todo nombre.
Su vida fue una profunda comunión con el Dios que le envió. Oraba de
madrugada ( Marcos 1,35). A veces pasaba toda la noche en oración.
(Lucas 6,12). Se apartaba a los lugares solitarios a orar (Lucas 5,16).
Entraba en agonía en la Oración (Lucas 22,44).
Hemos de hallar tiempo para la oración, de lo contrario pereceremos:
hemos de considerar que es tan esencial para nuestra alma como lo es la
comida diaria para nuestro cuerpo. Cada hijo de Dios ha de apartar algún
tiempo durante el día, cada día, para la comunión privada con El; y si
es necesario hemos de dejar cualquier otra actividad que interfiera con
nuestra oración.
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