"Más vale hacerse rico despacio que pobre rápidamente”.
EL PEQUEÑO LIBRO QUE BATE AL MERCADO : DESCUBRA LA FORMULA MAS RENTABLE PARA INVERTIR EN BOLSA
Todo llega para quien sabe esperar. Nunca te des
por vencido, las grandes cosas llevan tiempo.
Magnifico
libro, y facil de entender.Debemos de entender que es una formula que
funciona y seguira funcionando porque se basa en ratios value como
buscar los Per mas bajos de las empresas, la ROA mas alta y empresas de
mayor capitalizacion osea ratios de inversion en valor. Pero como
cualquier inversion value solo funciona para inversiones de largo plazo
entre 3 a 5 años. No os desanimeis si veis que el primer año no
funciona. La rentabilidad media en los ultimos 15 años de esta formula
es del 30 por ciento, muy superior al mercado. Un saludo Bestinver una de las mejores gestoras de inversión en valor de Europa hace referencia a este libro en su libro sobre los 12 principios value página 41. Dicen:
"
En su libro The little book that beats the Market, Joel Greenblatt
demuestra que entre 1988 y 2004, la cartera compuesta por las 30
acciones con mayor retorno sobre el capital empleado ( ROA más altal) y
menor PER, hubiera ofrecido una rentabilidad anual del 30,8% frente a un
12,3% del índice formado por la 3500 compañías objeto de estudio."
La fórmula mágica para hacerse rico
Si
le dijera que, con una fórmula mágica contenida en un texto de poco más
de cien páginas, usted podría convertir un
dólar en 51 en el plazo de 15 años, probablemente me tomaría por loco. Pues precisamente eso es lo que promete Joel Greenblatt, uno de los inversores más exitosos del mundo, en El pequeño libro que bate al mercado.
dólar en 51 en el plazo de 15 años, probablemente me tomaría por loco. Pues precisamente eso es lo que promete Joel Greenblatt, uno de los inversores más exitosos del mundo, en El pequeño libro que bate al mercado.
Es
cierto que las obras que explican cómo convertirse en multimillonario
abundan en las estanterías de las librerías, y que todas afirman la suya
es la única estrategia que funciona. El simple sentido común nos
sugiere que hacerse rico no debe de ser tan fácil y que, por tanto,todos esos libros sólo venden humo.
Pues
bien, déjeme decirle que el de Greenblatt es una excepción. Por una
simple razón: su fórmula sí tiene sentido. Y no por su elegancia formal,
sino porque está basada en sólidos fundamentos inversores. El pequeño libro... es una de las mejores obras de divulgación de la teoría del value investing, la estrategia inversora de Benjamin Graham que permitió a Warren Buffet convertirse en el segundo hombre más rico del mundo.
Básicamente,
Greenblatt comienza por explicarnos que una acción es una porción de un
negocio empresarial que adquiere un inversor; en otras palabras, quien
compra una acción está comprando una participación en un conjunto de
activos y en los beneficios futuros que dichos activos generen. En los
mercados, el precio de las acciones debería depender de las ganancias
que esperan los inversores generen anualmente los negocios que les
interesan. Por ejemplo, si yo tengo una empresa que gana 10.000 dólares al
año y le vendo un 10%, usted tendrá derecho a recibir 1.000 dólares
anuales. La cuestión es, ¿cuánto estaría dispuesto a pagar por recibir
esos 1.000?
Si
le ofreciera el 10% de mi empresa por un dólar, seguramente aceptaría;
pero si se lo ofreciera por un millón, seguramente me diría que no. La
acción debería cotizar a un precio intermedio, por ejemplo a 15.000 dólares, en función del tiempo que estén dispuestos a esperar los
inversores para recuperar su inversión.
Sin
embargo, las ganancias futuras de una empresa son inciertas. Podemos
saber cuánto ganó en el pasado, pero no lo que ganará en el futuro. De
ahí que cada inversor tenga sus particulares expectativas y esté
dispuesto a ofrecer un determinado precio por una misma acción. Si usted
espera que mi empresa pase de ganar 10.000 a 1.000.000 dólares en un año,
probablemente esté dispuesto a pagar más de 15.000 dólares por el 10% de
la misma.
Debido
a estas expectativas divergentes, surgen especuladores profesionales
que se dedican no a tratar de anticipar cuáles serán los
beneficios de una empresa, sino cuáles serán las expectativas de los
inversores. Si alguien se da cuenta de que usted está dispuesto a pagar
200.000 dólares por el 10% de mi negocio, tratará de comprar mi 10% antes
que usted para, posteriormente, revendérselo. Al mismo tiempo, aparecen
otros especuladores que tratan de conocer cuáles son las expectativas de
esos otros especuladores sobre el precio futuro de las acciones. Y así
sucesivamente.
Ésta
es la razón por la que las acciones oscilan tanto en el corto plazo.
Sin embargo, a largo plazo el precio de las mismas viene determinado
indefectiblemente por sus fundamentos, esto es, por su capacidad para
generar beneficios.
Una
manera de hacerse rico en la bolsa consiste en sacar provecho de esa
discrepancia. Si las cotizaciones diarias (basadas en una pura
especulación sobre las expectativas ajenas) reducen notablemente el
precio de una acción que, de acuerdo con sus fundamentos, tenderá a
crecer mucho a largo plazo, usted podrá comprar negocios muy buenos (con
una gran capacidad para generar beneficios) a precios muy bajos.
El
problema, de nuevo, es que resulta complicado predecir los beneficios.
Existen técnicas para tratar de calcularlos con cierta exactitud, pero
para manejarla hay que leer mucha literatura económica, no siempre
inteligible para el profano, dedicar innumerables horas al análisis de
las empresas en que se tiene pensado invertir. Ahora bien, si no se cree
capacitado o no tiene tiempo para leer e investigar, puede recurrir a
un método que automatiza al máximo la selección de acciones; o sea, a la
fórmula mágica de Greenblatt.
Recordemos:
para hacernos ricos tenemos que buscar acciones de buenas empresas a
precios de ganga. Como no sabemos o no tenemos tiempo para predecir los
beneficios, Greenblatt propone tomar como estimación los cosechados el
año anterior. Es cierto que se trata de un método de brocha gorda con
muchos problemas, pero sus defectos pueden mitigarse mediante la
inversión en bastantes empresas, ya que los errores a la baja
(sobrevaloración de los beneficios) tenderán a compensarse con los
errores al alza(infravaloración de los beneficios).
Sin
embargo, con esto aún no hemos resuelto el problema de la selección de
acciones. Que una empresa gane mucho dinero no significa que sea una
buena empresa (ya que puede necesitar emplear también mucho dinero para
gastarlo), y además también tenemos que encontrar una medida que nos
diga si la acción es cara o barata.
Greenblatt
propone dos ratios: la de beneficios/activos (o ROA), que sirve para
saber si una empresa es eficiente, y la de beneficios por acción/precio
de la acción (o 1/PER), que nos indica si estamos ante un precio alto o
bajo.
La ROA
viene a expresar cuál es la eficiencia del capital empleado en una
inversión. Imagine que compro una tienda por 10.000 dólares y logro unos
beneficios anuales de 5.000. El ROA de mi empresa sería del 50%, lo que
significa que en dos años recuperaría la inversión inicial. No sólo eso:
si tengo un proyecto que funciona, en dos años podré volver a comprar
otra tienda por10.000dólares, con lo que mis beneficios crecerán hasta
100.000 al año. Cuanto mayor es el ROA de un negocio, mayor es la
eficiencia con que emplea su capital.
La
1/PER nos muestra la rentabilidad que obtenemos con los beneficios en
función del precio que estamos pagando. Si, de nuevo, mi empresa logra
unos beneficios de 10.000 dólares y tiene 10 acciones, el beneficio por
acción es de 1.000 dólares. Si cada acción tiene un precio de 5.000, la
rentabilidad de mi inversión es del 20% (1.000/5.000), bastante más que
lo que nos ofrece un depósito a un año en el banco. Lo que nos interesa
es que esta ratio sea lo más alta posible, porque así
rentabilizaremos antes nuestro desembolso inicial.
Pues
bien, la fórmula mágica de Greenblatt opera del siguiente modo. Cogemos
todas las empresas que cotizan en bolsa y las ordenamos primero de
mayor a menor ROA, asignando el número 1 a la que tenga el ROA más alto,
el 2 a la siguiente, etc; luego hacemos otra lista, las clasificamos en
función de su 1/PER y les asignamos sus números correspondientes; por
último, procedemos a sumar: a una empresa que obtuviera un 20 en ROA y
un 5 en 1/PER le asignaríamos, ahora, un 25. La clave está en invertir
en las 30 empresas con mayor puntuación en el agregado: compraremos
empresas muy buenas (alto ROA) a precios muy baratos (1/PER), y la gran
cantidad de empresas reducirá las posibilidades de error a la hora de
hacer cálculos sobre beneficios.
Si
cree que este método es muy costoso y tedioso, piense en lo que
ocurriría si tuviera que analizar cada uno de los balances, cuentas de
pérdidas y ganancias, flujos libres de caja y fundamentos de negocio de
cada una de las empresas que cotizan en bolsa. Pero bueno, si eso no le
consuela, siempre puede acudir a Magic Formula Investing, donde ya le han clasificado las empresas según esos dos criterios.
Durante
los últimos quince años, la fórmula ha logrado una rentabilidad media
anual de más del 30%, 18 puntos superior a la del mercado (12%). Dicho
de otro modo: en 20 años puede convertir cada dólar invertido en 190
(fórmula mágica) o en 9 (mercado). Usted, sin saber casi nada de
finanzas, puede batir a numerosos inversores y especuladores
profesionales.
Pero
si todo es tan sencillo, ¿por qué no sigue todo el mundo la fórmula de
marras? Por dos motivos: comprensión y paciencia. Si quiere aplicar este
método, debe tener claro que las ganancias se cosechan a largo plazo:
no espere rendimientos espectaculares al cabo de uno o dos meses. De
hecho, pese a que el fondo de inversión de Greenblatt ha logrado durante
los últimos 20 años una rentabilidad media del 50% anual (una de las
mayores del mundo), en 2007 está perdio dinero. Pero no se preocupe,
lo recuperará con creces en los próximos ejercicios.
Esto
nos lleva al segundo punto: es vital que entienda por qué la formula
funciona... y seguirá funcionando. Esto no es un truco de magia, sino
pura lógica económica. Si no lo entiende, es muy posible que se desanime
si pierde dinero durante uno o dos años, o si obtiene una rentabilidad
inferior a la media del mercado. Durante los últimos 15 años, la fórmula
ha ganado menos que la media en uno de cada cuatro años; pero lo
relevante es que en cualquier período de tres años ha ganado el doble
que el mercado.
Por
lo tanto, invierta a largo plazo y comprenda bien la fórmula. Si no ha
quedado convencido –y si sí también–, le recomiendo que se compre el
libro y que lo lea varias veces antes de ponerse a invertir. Repito: es
vital que comprenda los fundamentos económicos que hay detrás de la
fórmula. Una vez lo consiga, ahorre, invierta... y hágase rico.
Muy buen artículo, gracias por compartirlo
ResponderEliminarGran artículo, top> Sencillamente BRILLANTE
ResponderEliminarBien. Me gusta mucho esta explicación, muchísimas gracias
ResponderEliminarPor fin alguien que sabe del tema y lo explica razonadamente. ¡Gracias por la explicación, un saludo!
ResponderEliminarPura boberia
ResponderEliminarLa normativa es uno de los aspectos principales a considerar a la hora de elegir
ResponderEliminarConsidere los diversos factores antes mencionados
ResponderEliminarCristo viene ya
ResponderEliminarMe gustaria conversar contigo Juan, tienes skype o correo?
ResponderEliminar¡Hola! Juan, quiero dejarte mi más sincera felicitación, tienes una muy buena página me atrevo a decir que es la mejor que he leído en más de tres años que llevo aprendiendo sobre trabajar en Internet, y sabes porque es la mejor, combinas perfectamente la enseñanza financiera sin ningún propósito lucrativo y a la ves enseñas crecimiento Espiritual, dando la mejor sabiduría que existe la que nos regala Dios, estoy seguro que eres un hombre muy bendecido no solo en lo financiero sino en todos los aspectos de tu vida se nota que tienes claro que el amor al dinero es raíz de todos los males., sé que Dios te quiere usar no solamente para predicar su palabra, sino enseñar sobre como el pueblo de Dios puede alcanzar ese sueño financiero, ojo sin tener avaricia que es lo que impide el éxito de muchos creyentes, eres un ejemplo a seguir gracias por tu tiempo y esfuerzo, y que nuestro señor guarde tu entrada y tu salida y la de toda tu familia.
ResponderEliminar«Dios todavía está vivo, y hoy, como hace millares de años atrás, él oye las oraciones de sus hijos, y ayuda a quienes confían en él».
ResponderEliminar«Definitivamente, ¿usted piensa que Dios dejaría de lado una oración de toda una vida? orando por un familiar perdido en el mundo».
Romanos 8:31 Entonces, ¿qué diremos a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros?
ResponderEliminar