Es verdad que uno aprende de los errores propios y ajenos, pero también es necesario tomar lecciones de los más importantes y aparentemente inalcanzables ejemplos, para obtener enseñanzas que volvamos útiles en nuestra propia experiencia.

La macroeconomía y las decisiones financieras de las grandes potencias son parámetros que podemos usar para mirar grandes consecuencias a partir de pequeñas acciones, que tienen que ver con nosotros, especialmente con la forma en que usamos nuestro dinero.
Entre los indicadores del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la lista de los mejores PIB del mundo, se debaten prácticamente los mismos 5 países que ostentan la mayor riqueza. Las lista varían según la fuente consultada; y sin embargo siempre aparecen las siguientes naciones en enlistadas:
·         Luxemburgo
·         Suiza
·         Catar
·         Noruega
·         Estados Unidos
¿Qué tienen en común estas potencias, además de su riqueza?, ¿qué podemos aprender de sus administraciones financieras?, y sobre todo, ¿qué hicieron correctamente que podemos replicar en la forma de cuidar nuestro dinero y recursos?

A continuación 5 lecciones financieras de estas potencias, replicables a nuestro día a día.

1)    De lo bueno, poco

Luxemburgo, uno de los países más ricos del mundo, tiene una extensión apenas un poco mayor que la Ciudad de México (sus 2,586 kilómetros aventajan por muy poco al Distrito Federal, que registra una extensión de 1,479 km); pero allá sólo viven 566 mil personas; mientras que en el Distrito Federal habitan 8,851,080 (según cifras del INEGI hasta 2010).

Sin duda esa holgada distribución de recursos humanos y físicos tiene qué ver en que Luxemburgo ostente el PIB por habitante más alto del mundo que es de 96 mil 228 dólares anuales en 2015, según los datos del FMI. Por otro lado, analistas coinciden en que la riqueza de este país ha sido posible en tal magnitud porque concentraron con muy poco, un importante centro financiero, comercial, logístico y hasta tecnológico.

No importa tanto la cantidad de recursos que tengas como la calidad con que los cuides y las personas entre quien los destines. 

¿Lección? No importa tanto la cantidad de recursos que tengas como la calidad con que los cuides y las personas entre quien los destines. Por ejemplo, no te servirá de mucho acumular servicios o productos financieros, si no te aseguras que tendrás dinero para pagarlos o que sabrás cómo y con quién gastarlos.

Por otro lado, si tu intención es acumular y generar riqueza, apuesta por las áreas que generen valor a mediano y largo plazo a más personas, ya que ellas pueden ayudarte a obtener más y mejores ganancias.

2)    Sé el mejor y júntate sólo con los mejores

Suiza cerró el 2015 con un PIB per cápita mayor a los 84 mil dólares, pese a que también es un país pequeño (según datos de INEGI, Jalisco mide casi el doble de Suiza). Una cualidad sueca ya conocida es la fortaleza de sus instituciones financieras, pero sin dormirse en su fama, los suizos también luchan por mantener los más altos estándares de competitividad que les permiten albergar a las industrias más poderosas del planeta en un espacio relativamente limitado.
Debemos reconocer que el dinero más bien suele ser consecuencia de una estricta disciplina y autoexigencia. 

¿Qué aprendimos? Una vez más, superando el complejo de “un pequeño frente a un gigante”, debemos reconocer que el dinero más bien suele ser consecuencia de una estricta disciplina y autoexigencia. No importa la actividad profesional a la que te dediques: hacer lo correcto, ser el mejor y juntarse únicamente con los mejores, tendrá una repercusión inevitable en nuestro bienestar financiero.
3)    Entre más pronto cambies (o te adaptes), más ganas. Nunca termines de crecer.

Catar es la nación árabe que sorprendió a propios y extraños. Hace 45 años este país era una suerte de colonia británica extremadamente miserable. Hoy es una de las naciones jóvenes e independientes más ricas del mundo, eso sin considerar que sigue creciendo y se coronará con el campeonato mundial de futbol en 2022.  Su PIB, superior a 81 mil dólares per cápita, rebasa por mucho a los dos millones de habitantes registrados en la región.

Hay que estar preparados para el cambio, y actuar de inmediato.
Catar usó su riqueza natural (reservas de petróleo y gas), pero supo rápidamente crecer y explotar otras industrias como la tecnológica y de infraestructura. ¿Qué nos deja este fenómeno financiero que demostró cómo florece el dinero incluso en medio del desierto?  Hay que estar preparados para el cambio, y actuar de inmediato. La juventud, asociada al cambio, la aventura y el riesgo no es cuestión de años y mucho menos de estancamiento; ser joven es actuar con dinamismo en cada oportunidad de la vida, y con ello, atraer más y mejores oportunidades para crecer.

4)    La gente importa y puede retribuirnos
Noruega tiene un PIB per cápita de 80 mil 748 dólares al año; ostenta el primer lugar del Índice de Desarrollo Humano, lo que se ha traducido en el país con la mejor calidad de vida en el mundo. Aunque tiene petróleo y recursos naturales, reportes del World Economic Forum concluyen que, de entre todos los países, ellos tienen el mejor capital humano y un sistema social que genera mayor equidad. ¿Conclusión? Invertir en el bienestar y desarrollo de la gente (ya sean tus empleados, amigos, familiares, compañeros); pensar y trabajar con ellos se traduce en valor que a la larga, genera riqueza financiera.

5)    Ambición y acción

Estados Unidos tiene múltiples paradojas, problemas y retos, cierto. Pero también tiene uno de los PIBs más poderosos del mundo (56, 421 dólares per cápita).