Para comprender que para llegar a
ser un trader consistente, no se requiere ser un premio nobel en
economía ó un genio en matemáticas, recordemos el experimento realizado
por Ralph Vince.
Ralph Vince selecciono a 40
participantes todos ellos con doctorados universitarios, que no supieran
nada sobre gestión monetaria y trading, con los cuales realizo un
experimento, este consistía en entregarles un videojuego en el que se
aplicaría un sistema de trading con un índice de acierto del 60%, y un
capital de $ 10,000 dólares.
Los participantes tendrían oportunidad
de 100 operaciones, siendo estas 60 positivas y 40 negativas, sin que
supieran donde estaba cada una de ellas, perdiendo ó ganando lo apostado
en cada operación, exactamente igual que en el mercado real, de tal
forma que se generaría una situación real del mercado como si tuvieran
un sistema con una esperanza matemática positiva.
A primera vista todos deberían ganar
dinero finalmente, después de esas 100 operaciones el índice de acierto
del 60% se vería reflejado ya que el juego se trataba de una simulación
en el que después de las 100 operaciones todos deberían haber ganado en
60 de ellas, obviamente sin que los participantes supieran el orden.
El resultado fue sorprendente, solo dos
de los 40 participantes ganaron dinero, es decir, el 95% de los
participantes lo perdieron, aclarando nuevamente de que se trataba de
personas con estudios universitarios con grandes conocimientos de
economía y matemáticas.
¿La pregunta es cómo pudo ser posible si después de las 100 apuestas deberían haber ganado todos en 60 de ellas?
La respuesta es que los participantes
arriesgaron más dinero del debido en cada operación en la mayoría de los
casos, después de una racha de operaciones perdedoras, los
participantes aumentaron la cantidad arriesgada con la falsa idea de que
la próxima era la ganadora.
Su pensamiento fue que si el sistema
tenía esperanza matemática positiva, la siguiente debería ser ganadora
¿no? y posiblemente duplicaron ó triplicaron la apuesta, es la ventaja
que tenemos al saber algo de la falacia del jugador.
Este experimento nos demuestra que la
falta de gestión de riesgo puede arruinar cualquier sistema ó
metodología de inversión, da igual la experiencia que podamos tener, da
igual el nivel de conocimientos al final, es la psicología y la gestión
de riesgo la que se impone finalmente.
Un concepto aceptado en la industria del
trading es no perder más de un determinado porcentaje de nuestra cuenta
por operación, en referencia a este concepto cada uno tiene una
apreciación diferente en cuanto debe ser, el conocido escritor en temas
de trading Jack Schwager habla de un 1% de pérdida máxima por trade,
otros de un 2 % ó 3%, pero los traders del sistema bancario que operan
grandes sumas de dinero, tienen como máximo 1 % como riesgo de pérdida.
Supongamos que comienza el juego
apostando $ 1,000 dólares, si sufrimos tres pérdidas seguidas ya
habremos perdido el 30% de nuestro Equity y entonces pensamos, acabo de
sufrir tres pérdidas seguidas, así que lo más probable es que la
siguiente operación sea ganadora, así que en esta voy a apostar más,
esto es falso ya que las probabilidades de que la siguiente operación
sea ganadora son las mismas que las del resto de operaciones, el 60%.
Con unas cuantas series de operaciones
como estas nos pondremos rápidamente en negativo, con la consecuencia de
lo difícil es remontar cuando hemos sufrido una gran pérdida debido al
apalancamiento asimétrico.
El 95% de los participantes perdió
dinero por exponer sus cuentas a un excesivo riesgo, esto es lo que
sucede también en el mercado real, el 90-95% de los operadores pierde
dinero por no conocer los aspectos psicológicos del trading, por no
emplear estrategias de gestión monetaria y por no entender que se trata
de un juego de probabilidades.
Debemos saber gestionar las pérdidas, el
buen trader es aquél que cuando pierde una operación controla su
pérdida y la convierte en pequeña, la clave está en saber gestionar
profesionalmente las pérdidas, no de eliminarlas (porque siempre estarán
presentes).
El buen trader no solo gestiona la
pérdida y la convierte en pequeña, sino que aprende de ella para no
volver a cometer el mismo error en el futuro, debemos tener presente que
nuestro plan de trading será tan fuerte como su pieza más débil, en
este caso nuestra gestión monetaria.
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