“Los propietarios de yates están acostumbrados a un excelente servicio, por eso son muy exigentes”, comenta Pascale Reymond de Reymond Langton Design.
Eso quiere decir que siempre debes cumplir con las exigencias de los
propietarios, ya sea que quieran una habitación donde caiga nieve, un
mini submarino que combine con su barco o un garaje subactuático para
almacenar su Ferrari. No existe un “no” como respuesta.
Los diseñadores de yates se preocupan por lograr el barco perfecto exactamente con las exigencias del dueño y también de cumplir los plazos de entrega. “Es algo muy serio. Debes ser muy perfeccionista, metódico y disciplinado. Es más fácil diseñar una casa que un yate. Los barcos tienen techos bajos y las habitaciones no son tan grandes. Debes estar atento de cada detalle. Todo debe ser perfecto”, acota Reymond.
Los mejores diseñadores de yates en la actualidad se encuentran en
Gran Bretaña, aunque los clientes provienen de todo el mundo. En los
años 60 y 70 la mayoría de los clientes de yates eran multimillonarios
griegos y del Medio Oriente. Pero actualmente quienes más adquieren mega
yates en el mundo son los oligarcas rusos y los magnates estadounidenses de la tecnología.
Los rusos adoran los yates, en especial los de colosal tamaño. “Antes
de que se disparara la economía rusa, eran considerados yates grandes
aquellos que medían entre 164 y 196 pies (50 y 60 metros) de largo. Pero
los rusos pronto comenzaron a pedir yates de 262 pies (80 metros) y
hasta 328 pies (100 metros)”, indica Reymond.
Los multimillonarios de Silicon Valley también han invadido el
mercado de los mega yates en los últimos años. Entonces, ¿la diversidad
de nacionalidades afecta el diseño de los yates? “No podemos generalizar
por nacionalidades”, advierte Reymond. “Algunas personas son muy
clásicas, y otras contemporáneas”. Sin embargo, existen marcadas
diferencias entre las exigencias de los ricos jóvenes de Estados Unidos a
las peticiones de un multimillonario mayor de Arabia Saudita.
Dickie Bannenberg, padre de Jon Bannenberg, construyó el yate Rising Sun de 433 pies (130 metros) para el fundador de Oracle Larry Ellison,
en el cenit del boom estadounidense de las telecomunicaciones, que
luego se fusionó con el auge del Internet. “Estas personas (líderes de
la tecnología) pertenecen a un mercado más joven y sofisticado, y tienen
una apreciación más aguda para el diseño”, afirma Dickie.
Este es el Rising Sun de Larry Ellison
Galactica Super Nova.
El yate de Steve Jobs llamado Venus
-que Jobs no pudo ver ya que falleció antes de que se completara su
construcción- fue diseñado por Ubik, la compañía de Philippe Starck.
Este barco hace un uso muy radical de la estructura de vidrio. De hecho,
fue diseñado por algunas personas que trabajaron en las tiendas Apple
que tienen paredes acristaladas. Es un yate muy elegante con detalles
súper lujosos. Sin embargo, también es un barco muy moderno sin ostentar
los chapados en oro del pasado. La tendencia en la actualidad se
enfoca más hacia la amplitud y la practicidad de la embarcación, antes
que en su ostentosidad.
El yate Venus que mandó a construir Steve Jobs.
En el 2013, Beyoncé
y Jay Z fueron vistos en el Mediterráneo a bordo del Galactica Star, un
yate de tres pisos de 213 pies (65 metros) que diseñó Dickie para
Heesen. El alquiler de este súper yate costó la enorme suma de $350.000
(€320.000) sin contar combustible, alimentos, una botella de champán de
15 litros Armand de Brignac, entre otros servicios de total lujo.
Reymond nos recuerda una de las peticiones más extrañas que recibió de un cliente. Un propietario quería que en el barco hubiese una habitación donde nevara con nieve real. La exigencia fue cumplida. Dice Reymond que resultaba una experiencia subrealista una habitación con nieve cuando afuera había un sol resplandeciente y las chicas en bikini.
Son este tipo de retos los que le aportan magia a la industria del diseño de yates. “Estás diseñando algo hermoso que se mueve por todo el mundo. No importa en el lugar que te encuentres, siempre te despertarás en la misma habitación de lujo”, acota Reymond.
Para no afectar el rendimiento del yate, todos los muebles deben estar elaborados con materiales livianos. Las piezas de mármol se cortan de apenas 3mm.
Reymond también se refirió al meticuloso trabajo que debe realizar la tripulación en un yate de lujo.
No hay comentarios: