El casino Golden Nuggets de Atlantic City sufrió un fallo en su sistema que provocó que las cartas del juego mini-bacará no estuvieran barajadas. El casino había pagado con anterioridad a un fabricante para que se encargara de esta función, pero este no cumplió con lo estipulado.
Unos clientes detectaron el fallo y se dieron cuenta de que se repetía siempre el mismo patrón, por lo que cambiaron sus apuestas de 10 dólares por mano a 5000. De esta manera, los apostantes lograron ganar 41 manos seguidas y cerca de 1,5 millones de dólares.
Tras darse cuenta del error e identificar a los ganadores, el casino comenzó una dura batalla legal que se ha prolongado hasta ahora y que ha concluido con un veredicto a favor por parte de la jueza Donna Taylor de la Corte Superior en el que obliga a los clientes a devolver el dinero. Los acusados aseguran no haber tenido culpa alguna del error y por lo tanto defienden que se les permita quedarse con el dinero.
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